Viggo: “Nunca nos fuimos de Boedo”

Apareció solito, caminando entre los más de 500 sanlorencistas que disfrutaban el asado en el oratorio San Antonio. Pantalón de vestir, saco y, debajo, la gloriosa camiseta azulgrana. Ni bien lo vieron, los cuervos estallaron en un grito: “Viggo, querido, Boedo está contigo”.

Se sentó frente al escenario, disfrutó de los shows musicales, escuchó atentamente las palabras de Adolfo Res, Marcelo Culotta y Claudio De Simone y cuando lo convocaron a hablar, medio rezongón porque él solo fue a “un asadito”, se subió al escenario habló: “Obvio, obvio que vamos a volver. Yo tengo mi remera, mi camiseta (por la vuelta) y espero que la compren todos. Y que sigamos aportando para volver a Boedo. Yo estoy con ustedes y sé que ustedes están conmigo y todos estamos con San Lorenzo. El Ciclón, el Ciclón, el Ciclón”.

La noche azulgrana se rompió en aplausos. Después, no tuvo problemas en sacarse fotos con cada uno de los cientos de cuervos que se lo solicitaron. “Vamos a la parrilla a sacarnos una con los muchachos que están trabajando”, le contestó a La Revista del Ciclón, ante el pedido de una imagen. Ahí, en el patio del oratorio, en ese lugar sublime donde más de cien años atrás Lorenzo Massa fundaba esta pasión, Viggo Mortensen le regalaba una enorme sonrisa a la familia azulgrana.

Cuando no hubo más fotos para sacar se fue solito, de la misma manera que llegó, pero con la satisfacción de haber pasado un inolvidable momento junto a tu pueblo sanlorencista. Así es Viggo, un monstruo, un grande y , por suerte, un hincha de San Lorenzo más.