Por Fernando Fuentes
Viajecito gasolero por América
En el informe de hoy, nos ocuparemos de los embajadores azulgranas que no hacen mucho ruido en las ligas del continente americano. De perfil bajo y escasa fortuna en sus pasos por Boedo, son rescatados por el GPS de esta clásica sección y puestos a su entera disposición. Quizás los haya chiflado alguna vez o, directamente, ni los registre. A comprobarlo, entonces.
Antes de subirnos a la balsa y enfrentar a las torrentosas aguas americanas, nos permitimos una licencia en la consigna que desarrollaremos en el informe. Como un cambio de frente de Alejandro Simionato, arrancaremos desde Kuwait, donde nos pega un grito Joaquín Botero (2006, 6 partidos), la nueva incorporación de Al Arabi. El boliviano, de 32 pirulos, se sumó este año al club asiático, viste la camiseta número 32 y firmó contrato hasta junio de 2010. Obviamente por una interesante cantidad de dólares…
Hecha la exótica salvedad, retomamos el viajecito por nuestro continente. Nos detenemos en Colombia para saludar a Germán Centurión (2000, 1 partido), reciente fichaje de Independiente Santa Fe. El paraguayo, quien debutó en Primera de la mano de Oscar Ruggeri, anduvo también por Perú y Ecuador, y desde hace tres años se desempeña en Colombia, país al que llegó en 2007 para enrolarse en las filas de Deportivo Pasto, con el que descendió en la temporada pasada.
Siguiendo en Bogotá, nos hacemos una escapadita hasta el adolescente club La Equidad, fundado en 1982 y perteneciente a la firma La Equidad Seguros. La entidad saltó a la fama cuando ganó la copa Colombia, en 2008, lo que le valió el pase a la Libertadores del año siguiente. Allí la emboca bastante seguido Ariel Carreño (2003-04, 32/3). Ya con experiencias en Millonarios y Once Caldas, el cordobés se encuentra a gusto en la tierra del café. Aunque, teniendo en cuenta que Pipo Gorosito conduce al Xerez español, no sería extraño que Pipo le pegue un tubazo y lo sume a su tropa. Todo puede pasar en el fútbol…
Ahora enfilamos hacia el norte, casi llegando al límite con Venezuela, y amarramos en la ciudad de Cúcuta, donde nos topamos con Pedro Pablo Portocarrero (2000-01, 22/1). El larguirucho colombiano, apodado “Puerto Madero” en su estadía por Boedo, es baluarte y capitán del Cúcuta FC, equipo al que se unió en 2006.
Remando y remando, llegamos hasta Paraguay. Pero no, precisamente, a la liga mayor del fútbol guaraní sino a la categoría de ascenso. Allí interviene Matías Ortiz (1998, 1 partido) en Silvio Pettirossi, equipo difícil si los hay para las rimas tribunescas. El pibe de El Palomar, categoría ’78, que debutó con el Panadero Díaz como DT, viene de cumplir una prolongada carrera en el ascenso de Italia y desde 2009 se desempeña en Pettirossi.
Desde Chile nos chifla Patricio Ormazábal (2003-04, 35/2), afirmado desde hace dos temporadas en Huachipato. Oriundo de Curicó, una de las ciudades más devastadas por el último terremoto, el volante ya había jugado en ambas universidades (la U y la Católica) y también en Dorados de Culiacán, de México.
Ya la balsa hace agua por todos lados. Es un flan de cañas a la deriva. Pero así y todo, con enjundia cubana, logra tocar puerto yanqui. Semejante periplo tiene la recompensa de cruzarnos con Santiago Hirsig (2006-08, 76/5). El volante, de 32 años, juega desde 2009 en Kansas City Wizards, equipo que arrancó con todo en la MLS, al derrotar 4 a 0 a DC United.
Exhaustos y empapados, fiel a la filosofía camboyana de esta revista, anclamos en Norteamérica y nos quedaremos un rato reposando por estos lares. Deberemos confeccionar una balsa nueva. Y, a partir de allí, entonces, volveremos a navegar en busca de nuestros queridos embajadores.
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