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jueves, 22 de julio de 2010

Se va el Papu Gómez, no perdemos nada


Sin pena ni gloria Alejandro Gómez se va de San Lorenzo. El Catania de Italia compró su pase por una suma de tres millones de dólares. Al club apenas le quedarían 300 mil verdes. El Ciclón se saca de encima a un ejemplar más de los maleducados del fútbol.


Se fue sin dejar nada, tan sólo palabras. Un gran jugador, habilidoso, encarador y bastante atrevido. Aunque poco de eso llegó a demostrar en San Lorenzo. Encima, a esas virtudes las opacaban un gran defecto: hablaba más de lo que correspondía. “Yo no me pongo el cassette”, dijo días atrás explicando el por qué de sus polémicas declaraciones hacia la dirigencia cuerva. Probablemente tenga razón en todo lo que haya reclamado, pero jamás tuvo la capacidad de entender que a veces, muchas veces, los problemas se deben resolver de las puertas para adentro.


Desde que llegó a Boedo ganó mucho protagonismo pero en la mayoría de los casos por cuestiones extra futbolísticas. Actitudes desubicadas que siempre fueron a contramano de lo que él intentaba demostrar dentro del campo de juego. Va un breve resumen de algunas de sus acciones.


Insultó desbocadamente a Fanessi cuando este estaba al costado del campo de juego como técnico interino tras reemplazar a Russo. Un pibe de esos que le hacen bastante mal al fútbol y que le hizo mucho peor a San Lorenzo.


En el torneo pasado, tuvo las suerte de convertir el gol número 5000 de la historia azulgrana. Sin embargo, ese festejo fue opacado ya que en el segundo tiempo, terminó siendo expulsado infantilmente, por sacarse la camiseta para festejar su segunda conquista en el partido.


A estos hechos, este pibe que tuvo la fortuna pero no así la nobleza de ponerse la gloriosa camiseta del Ciclón, le sumó la estupidez de hacerse el chistoso publicando mensajes inapropiados en su cuenta de twitter. No hay que hacer mucha memoria para recordar a quién corresponden declaraciones como “un llamado a la solidaridad: si alguien conoce algún dirigente de CASLA avísenle que los estamos esperando en salta", o "¿por qué traen refuerzos y gastan una fortuna si no pueden pagar lo que tienen?"


Así fue el indigno paso de este muchachito por San Lorenzo. Hizo algunos goles, tuvo la suerte de convertir el número 5 mil de la historia del club, y a veces trató de ser un buen jugador. Sin embargo el recuerdo que le dejará a los hinchas, es el de un niño maleducado, desubicado e irrespetuoso para con la institución.
Un pibe que nunca que entendió la camiseta azulgrana la vistieron muchas glorias del fútbol argentino. Que jamás la iba a defender como lo hicieron alguna vez Jacobo Urso, la Oveja Telch o Pablito Michelini. Que jamás la iba a dignificar como lo hicieron en su momento el Sapo Villar, Rubén Darío Insua o Bernardo Romeo. Y que mucho menos la iría a querer como Orteguita Sánchez, Sebastián Saja o Gonza Rodríguez.
Por lo tanto amigos cuervos, la ida del Papu Gómez no debe causarnos mucha pena. Porque está a la vista que con su ida no perdemos mucho, o mejor dicho no perdemos nada.

1 comentario:

Anónimo dijo...

La verdad es que me dio bronca que se vaya el Papu.. Creo que era un buen jugador y que quizás en algún momento despegaría...

Pero igualmente coinsido con lo que dicen. Tipos como este, que no tiene ni una mínima cuota de respeto a la historia del club, no se merecen vestir esta gloriosa camiseta.

Y honestamente, le deseo que le vaya mal en donde este. Por bocón, y maleducado.

Chau papu... no vuelvas mas

Sergio Finca, de Escobar.