Por Jorge Fuentes
¿Qué te pasa, Clarín?
El “Gran Diario Argentino”, puso en duda la actuación de San Lorenzo en el último partido ante Lanús. En el comentario del encuentro hubo una evidente intención de dejar en claro que el equipo “fue para atrás” para perjudicar a Huracán. Además de no ser cierto, la nota genera violencia porque le echa nafta a un clásico que, lamentablemente, tiene antecedentes cercanos de peleas entre las barras.
“Se pareció mucho a un papelón. Sólo en algunos tramos del segundo tiempo, San Lorenzo consiguió maquillar una actuación que pareció más una puesta en escena para la ocasión que otra cosa”. Así arranca el comentario escrito por el periodista Fernando Gourovich en el diario Clarín del día domingo 31 de mayo. No hace falta ser demasiado perspicaz para entender que lo que allí se afirma es que San Lorenzo actuó el partido en lugar de jugarlo. Y si hace falta, aquí va otro párrafo: “El penal que cometió Cristian Ledesma a Fritzler fue una grosería, impropia de un profesional: lo agarró de todos los modos posibles”. Y sí, fue agarrón y fue penal. (Aunque Gustavo Bassi, luego de contradecirse varias veces, asegura haber cobrado un empujón de Aguirre a Viera). Como los que hay de a decenas en todos los partidos. Con la diferencia de que la mayoría no se cobra y que ningún periodista, hasta el domingo 31 de mayo, había calificado a esas jugadas como impropias de un profesional.
¿Por qué tanta animosidad? Quizás haya alguna cuenta pendiente entre Gourovich y el plantel, y el cronista se la cobró en ese comentario. Además, como las acciones de este plantel están tan bajas, es fácil pegarle. Pero pensar que San Lorenzo fue para atrás es demasiado. Nunca fue nuestro estilo confrontar con los colegas, pero como periodistas de un medio partidario del Ciclón no podemos permitir que se ensucie tan gratuitamente a la institución.
Es cierto que estos jugadores acumularon bastantes motivos como para ganarse el desprecio de los hinchas. Partidos como los jugados ante Colón o San Luis de Potosí fueron indignos a la camboyana historia de San Lorenzo. Pero no se puede acusar a los futbolistas de querer perder. Sí de jugar de manera abúlica y de poner más esfuerzos en pelear premios que en correr dentro de la cancha (no todos, está claro).
El partido contra Lanús estuvo bajo la lupa por la insólita posición de Huracán, que está peleando el título con el Granate y Vélez. Pero la gente quiso ganar (así lo confirmaron todas las encuestas ante la decepción de muchos que estaban esperando un “quiero perder” para caerle con todo a los hinchas del Ciclón) a pesar de que una victoria beneficiaba al Globo. Y el equipo de Simeone, también. No jugó bien, es cierto. Como no jugó bien a lo largo de casi todo este semestre. Pero ante el Grana, el Ciclón estuvo un poco por encima de la media a lo que mostró en este torneo. Y si a Bassi no le hubiera agarrado ese repentino e inédito ataque de buena vista, probablemente San Lorenzo hubiese empatado (o ganado, si lo agarraba mal parado a Lanús en alguna contra).
Pero Gourovich, de Clarín, no lo vio así. En un recuadro, afirma que “Horas antes del partido, Clarín se contactó con algunos de los referentes y a nadie se le pasaba por la cabeza entregar el partido, ni ir para atrás. Sin embargo, le dieron lugar a las sospechas en Arias y Guidi”. ¿Qué se puede decir de esta nota que salió en Clarín? Que se pareció mucho a un papelón, que parece impropia de un profesional y que deja lugar a las sospechas.
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