No todo está perdido, Ciclón
Por Gastón García
“¿Quién dijo que todo está perdido?
No será tan fácil, ya sé que pasa.
No será tan simple como pensaba”.
Fue duro el golpe que recibimos los cuervos el miércoles pasado. Inesperado. Impensado. Increíble. No estaba en los planes de nadie quedar eliminados de la Copa Sudamericana, al menos en esta instancia y como se habían dado las cosas en el partido de ida. No es que se subestimaba al rival, el humildón River uruguayo. Pero con el triunfo logrado en Montevideo (1-0 y con un jugador menos), parecía que el paso a semifinales sería una tarea sencilla de conseguir en el Pedro Bidegain.
Sin embargo, la noche terminó siendo negra. Tan negra como la camiseta alternativa que usó el Ciclón en la mayoría de los partidos de este certamen internacional. Algún cabulero pesimista seguramente se atreverá a decir que eso fue un presagio de lo que podría pasar. Aunque la verdad, ni da para entrar en ese juego. Se perdió y listo. Ahora, a otra cosa mariposa.
Y por suerte los cuervos todavía podemos pensar en otra cosa. Por eso, como dice Fito Paez en su canción: “¿Quién dijo que todo está perdido?” ¡Arriba San Lorenzo! No hay que dejarse caer, porque en el campeonato local aún estamos vivos. Sólo nos separan tres puntos de la cima de la tabla y esta tarde llega a nuestro estadio uno de los dos líderes. Esto es lo lindo del fútbol, que siempre te da revancha y San Lorenzo la tiene hoy, a partir de las cuatro de la tarde contra el Taladro.
“No será tan fácil, ya sé que pasa”, continua cantando Fito. Y los cuervos tenemos miles de interrogantes. ¿Qué hay que mejorar en el juego? Seguro. Volvé Pipi, que te necesitamos urgente. ¿Qué el técnico debe definirse por un esquema? No hay dudas. ¿Qué hay jugadores que cumplieron un ciclo? Está clarísimo y a la vista de todos (mejor ni hacer nombres, para no ser tan duro).
“No será tan simple como pensaba”, sigue el músico de Rosario. Y eso está más que claro. Hay seis equipos que se distancian por tres puntos, muchos un poquito más abajo y todos quieren la gloria. Pero cuándo le fueron simples las cosas a San Lorenzo. Sabemos que siempre en nuestra historia hubo que sufrir para después gozar. Y por qué no ser optimistas y creer que este, también puede ser un presagio.
“Yo vengo a ofrecer mi corazón”, es el título de la canción del flaco Fito Paez. Y eso es lo que tiene que pasar de ahora en más. Los cuervos debemos entregar todo nuestro aliento desde las tribunas, como lo hicimos toda la vida y sobre todo en los malos momentos. Y no hay dudas de que eso va a ocurrir. Por su parte, los jugadores deberán entregar todo en la cancha, como al menos lo vienen haciendo en este campeonato. Como lo hace Rivero cada partido hasta quedar fulminado. Como lo hace Bernie a pesar de sus limitaciones y de lo poco que le permite su estado físico. Como lo hace el Kily, que corre como un pibe.
Si eso pasa, se podrá ganar y estaremos todos muy felices. Y también se podrá perder pero con la frente alta, y de la tribuna se escuchará un aplauso genuino como el del miércoles pasado, a pesar de la inesperada eliminación.
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