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lunes, 11 de mayo de 2009

Torneo Clausura (Pág. 6 y 7)

Por Jorge Fuentes

El Cholo inició la reconstrucción

En dos partidos (o tres, si alguien quiere agregar el inservible 2 a 0 a Universitario por la Copa), el San Lorenzo de Diego Simeone mostró algunos aspectos saludables, como la intención de ser protagonista y un espíritu combativo más cercano a lo que exigen los hinchas. No es para descorchar, ni mucho menos, pero al menos se nota una leve mejoría.

Es verdad que no había que hacer demasiado para mostrar una imagen más digna que la que había ofrecido el San Lorenzo modelo 2009 conducido por Miguel Ángel Russo, pero con el arribo de Diego Simeone algo cambió en el equipo. Siempre que llega un técnico nuevo, los jugadores “recargan pilas” y tratan de mostrarse en buen nivel para ser tenidos en cuenta. Y algo de eso puede ser que haya ocurrido. Nada del otro mundo, es cierto. Pero con la llegada del Cholo se nota una actitud más positiva en el plantel.

Por otra parte, hay que admitir que no les quedaba otra a estos muchachos. El papelón en la Copa y el más que pobre inicio en este Clausura los había puesto en el ojo de la tormenta. Y ante Racing y Gimnasia, los futbolistas (incluso los que deberán irse en junio porque no les queda otra) mostraron algo de la garra y la rebeldía que se les pidió en los primeros meses del año, cuando el pescado todavía no había sido vendido. El enojo por lo no hecho ya quedó expuesto en Ezeiza, en la cancha. Pero no vale la pena seguir machacando sobre eso. Estamos obligados a cerrar ese capítulo de una vez por todas. Ojo, de ninguna manera se propone desde aquí olvidar lo que ocurrió. Si hiciéramos eso estaríamos incurriendo en un grosero error. Hay que acordarse de todo. Y de todos los que mancharon la camiseta azulgrana. Pero, más allá de eso, sería beneficioso que dejemos trabajar a Simeone con tranquilidad. Por ahora, parece que lo está haciendo bien.

Lo mandó al frente
Lo primero que hay que destacar del Cholo es que su equipo, desde el primer minuto del encuentro ante Racing, salió a atacar a su rival. Y eso lo repitió ante Universitario de Perú y contra Gimnasia en La Plata. No lo hizo del todo bien, pero hay que reconocer que, a diferencia de lo que ocurrió con Russo en gran parte de este 2009, San Lorenzo fue al frente.

Los resultados, anecdóticos en estos casos, premiaron esa búsqueda. Y si Sergio Pezzotta no hubiese inventado ese insólito minuto ante la Academia, el Ciclón tendría puntaje ideal bajo el mando de Simeone.

Esa idea ofensiva quedó clara con los nombres que salieron a la cancha y, fundamentalmente, con sus posiciones en la cancha. Contra los de Caruso Lombardi, el Ciclón jugó con Fornaroli como único delantero definido, pero el uruguayo nunca estuvo solo en el área porque llegaban Chávez, Solari, Gómez y los laterales Adrián González y Aureliano Torres. Y contra el Lobo fue más ambicioso aún, porque terminó jugando con tres delanteros (Bergessio, Silvera y Bordagaray) más Diego Rivero por la derecha y Alejandro Gómez por la izquierda y las constantes subidas de los marcadores de punta. Quedó dicho, faltó sincronización y más juego, pero el estilo que quiere imponer el Cholo merece elogiarse.

Ahora corren
Ver que San Lorenzo gana un partido gracias a que un delantero, en el tercer minuto de descuento, se tira a los pies de un rival e impide que la pelota ingrese en el arco del Ciclón es una imagen que puede atribuirse a fines de los ’80, cuando los camboyanos dejaban piel y sangre en el césped de cada cancha que pisaban.

Sin embargo, eso ocurrió la fecha pasada ante Gimnasia y el delantero que salvó a San Lorenzo de esa manera heroica fue ¡Andrés Silvera! Y los cuervos no sabían si aplaudir, festejar, putear… Es que el Cuqui (muy buen jugador y gran goleador, hay que decirlo) fue uno de los abanderados de la imperdonable desidia mostrada por San Lorenzo en los últimos meses. No es la idea volver a tocar “el tema Silvera”, sí lo es destacar cómo la llegada de Simeone renovó el entusiasmo de los jugadores, incluso el de los más “débiles de alma”, para decirlo de una manera elegante.

El San Lorenzo de Diego Simeone recién dio sus primeros pasos. Es demasiado pronto como para afirmar que el Ciclón con él va a jugar de bien para muy bien. Pero da la sensación de que a su equipo no le va a faltar alma. Suficiente como para que los cuervos volvamos a creer.


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