Nota de la edición impresa Nro. 240
Hasta
hace un par de años, Sebastián Saja era, sin discusión, uno de los ídolos
contemporáneos de los hinchas del Ciclón. Sin embargo, desde que el Chino se
convirtió en jugador de la Academia, la situación se empezó a revertir. Son
muchos los cuervos que se sintieron dolidos por algunas actitudes que tuvo el
oriundo de Brandsen, entre ellas la manera de gritar su gol en el último Racing
– San Lorenzo. Esta tarde el ex arquero azulgrana llega al Nuevo Gasómetro.
¿Cómo lo recibirán los cuervos?
Para Saja lo que es de Saja
Sebastián Saja nació hincha de San Lorenzo, como lo reflejó
la tapa de esta revista el 22 de septiembre de 2002, en la que se ve un Saja
bebé con la camiseta azulgrana. De chiquitito, jugó varias veces en el
Recreativo Lorenzo Massa. Después, hizo todas las Inferiores en el club. Al
mismo tiempo, iba a la cancha a alentar al Ciclón junto a Daniel, su papá. El
16 de junio de 1995, se tiró por una bandera hacia el campo de juego de la
cancha de Central para dar la vuelta olímpica junto a otros miles que hicimos
lo mismo. Luego, llegó a Primera y salió campeón tres veces, incluidos los
únicos dos torneos internacionales que el Ciclón tiene en sus vitrinas. En
todos ellos, fue un actor principal. Pese a todo esto, el tema central en la
previa de este San Lorenzo-Racing es cómo va a ser recibido Sebastián Saja por
los hinchas del Ciclón. Parece mentira. Los que están esperando para chiflarlo
están dolidos porque nos hizo un gol (que algunos dicen que lo festejó
demasiado, aunque a mí no me pareció). También por aquella vez en que llegó al
club acompañado por un escribano para que lo dejaran trabajar ¡en el lugar en
el que él había crecido! Otro “pecado”, según sus detractores, fueron sus
palabras elogiosas para con Racing, el club que le abrió las puertas mientras en
el Nuevo Gasómetro se levantaban ridículos carteles con la inscripción “Ramón
es cuervo”. No soy de aplaudir mucho a los jugadores, pero si las opciones hoy
son aplaudir o silbar a Saja, ya voy preparando las palmas. La verdad, no
siento que me haya traicionado ni considero que se haya portado mal con una
institución que ni siquiera tuvo la delicadeza de invitarlo a la fiesta del
Centenario. Además, varios de los mejores momentos de mi vida como hincha lo
tuvieron a Saja como protagonista. Olvidarse de esos momentos sería un enorme
acto de injusticia.
Nos
traicionó
Los
ídolos se ganan ese mote no sólo por lo que hayan hecho dentro del campo de
juego y los títulos conquistados. También se reciben de ídolos por otras actitudes,
como el respeto a la institución y a los hinchas. Y es en esa materia donde
Saja nos terminó fallando. En algún momento tratamos de olvidarnos el juicio
que le hizo al club, entendiendo que el mismo fue hacia los dirigentes de turno
por el maltrato que le habían dado. Pero ahora, el Chino tuvo ciertas actitudes
que dejaron mucho que desear. El festejo del gol en el último 0-4 en Avellaneda
fue un duro golpe de alguien nació cuervo desde que estaba en la cuna. Que no
haya puesto los metros cuadrados a su nombre (lo hizo a nombre de la familia)
también dolió. ¿De qué se oculta, si el hincha de Racing sabe que él es cuervo?
Ni hablar de las declaraciones. En fin, ni vale la pena seguir gastando tiempo
en él. Para mí, es un ídolo menos y caso cerrado.
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