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lunes, 15 de abril de 2013

Saja sí, Saja no


Nota de la edición impresa Nro. 240

Hasta hace un par de años, Sebastián Saja era, sin discusión, uno de los ídolos contemporáneos de los hinchas del Ciclón. Sin embargo, desde que el Chino se convirtió en jugador de la Academia, la situación se empezó a revertir. Son muchos los cuervos que se sintieron dolidos por algunas actitudes que tuvo el oriundo de Brandsen, entre ellas la manera de gritar su gol en el último Racing – San Lorenzo. Esta tarde el ex arquero azulgrana llega al Nuevo Gasómetro. ¿Cómo lo recibirán los cuervos?   


Para Saja lo que es de Saja

Sebastián Saja nació hincha de San Lorenzo, como lo reflejó la tapa de esta revista el 22 de septiembre de 2002, en la que se ve un Saja bebé con la camiseta azulgrana. De chiquitito, jugó varias veces en el Recreativo Lorenzo Massa. Después, hizo todas las Inferiores en el club. Al mismo tiempo, iba a la cancha a alentar al Ciclón junto a Daniel, su papá. El 16 de junio de 1995, se tiró por una bandera hacia el campo de juego de la cancha de Central para dar la vuelta olímpica junto a otros miles que hicimos lo mismo. Luego, llegó a Primera y salió campeón tres veces, incluidos los únicos dos torneos internacionales que el Ciclón tiene en sus vitrinas. En todos ellos, fue un actor principal. Pese a todo esto, el tema central en la previa de este San Lorenzo-Racing es cómo va a ser recibido Sebastián Saja por los hinchas del Ciclón. Parece mentira. Los que están esperando para chiflarlo están dolidos porque nos hizo un gol (que algunos dicen que lo festejó demasiado, aunque a mí no me pareció). También por aquella vez en que llegó al club acompañado por un escribano para que lo dejaran trabajar ¡en el lugar en el que él había crecido! Otro “pecado”, según sus detractores, fueron sus palabras elogiosas para con Racing, el club que le abrió las puertas mientras en el Nuevo Gasómetro se levantaban ridículos carteles con la inscripción “Ramón es cuervo”. No soy de aplaudir mucho a los jugadores, pero si las opciones hoy son aplaudir o silbar a Saja, ya voy preparando las palmas. La verdad, no siento que me haya traicionado ni considero que se haya portado mal con una institución que ni siquiera tuvo la delicadeza de invitarlo a la fiesta del Centenario. Además, varios de los mejores momentos de mi vida como hincha lo tuvieron a Saja como protagonista. Olvidarse de esos momentos sería un enorme acto de injusticia.


Nos traicionó
Los ídolos se ganan ese mote no sólo por lo que hayan hecho dentro del campo de juego y los títulos conquistados. También se reciben de ídolos por otras actitudes, como el respeto a la institución y a los hinchas. Y es en esa materia donde Saja nos terminó fallando. En algún momento tratamos de olvidarnos el juicio que le hizo al club, entendiendo que el mismo fue hacia los dirigentes de turno por el maltrato que le habían dado. Pero ahora, el Chino tuvo ciertas actitudes que dejaron mucho que desear. El festejo del gol en el último 0-4 en Avellaneda fue un duro golpe de alguien nació cuervo desde que estaba en la cuna. Que no haya puesto los metros cuadrados a su nombre (lo hizo a nombre de la familia) también dolió. ¿De qué se oculta, si el hincha de Racing sabe que él es cuervo? Ni hablar de las declaraciones. En fin, ni vale la pena seguir gastando tiempo en él. Para mí, es un ídolo menos y caso cerrado. 

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