(Nota de la edición impresa N° 234)
Este
terrible momento que estamos atravesando nos tiene a todos preocupados y con el
ánimo por el piso. Pero de nada sirve dejarse ganar por la desazón. Los
jugadores, en la cancha, y nosotros, en la tribuna, la tenemos que seguir
peleando. Porque podemos zafar. Y porque San Lorenzo sabe de milagros.
por Jorge Fuentes
Cuatro finales…
O seis
Más
allá de toda la buena onda que pueda tirarse desde una nota en una revista
partidaria como ésta, está claro que no se puede (ni se debe) desconocer la
gravedad de la situación que estamos padeciendo. De hecho, probablemente cuando
estemos repartiendo la revista, el Ciclón estará en zona de descenso directo
(al cierre de esta edición jugaban San Martín y Olimpo). Si no es así, mucho
mejor. Y si efectivamente ese es el escenario, habrá que poner el pecho y
tratar de salir lo antes posible. Esta tarde sería lo ideal. Y si no, en la
última fecha. Porque, cuervos, a no mentirnos: el nuevo objetivo es zafar del
descenso directo. Si podemos salir de todo, obviamente, será más que
bienvenido, pero la realidad nos marca que el rival a vencer es el equipo
sanjuanino, al que tenemos que recibir en la última fecha. Y que la Promoción sea ha transformado en un
escenario que yo no miramos con malos ojos.
Uno
relee lo escrito y no puede creer haber llegado a esta situación. Parece que
fue ayer que estábamos festejando el título de 2007, en San Juan y Boedo. O
dejando afuera de la Libertadores a River, en el Monumental, con dos jugadores
menos. O peleando el Apertura de 2008 hasta el final, hasta ese maldito y
nefasto triangular. Algo mal habremos hecho para estar acá. Pero ahora no hay
tiempo para repartir culpas ni para sacar chapa recordando los presagios
realizados en su momento. Solo hay tiempo seguir peleando. Quedan cuatro
partidos. Quizás seis. Estamos mal. Pero no hay que perder la fe. Nunca. Muchos
nos dan por muertos, como lo hicieron tantas veces. Pobres de ellos. No
aprendieron. Se olvidan de que somos San Lorenzo. Y nosotros, más que nadie, sabemos
de resurrecciones. Ya van a ver.
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