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sábado, 8 de septiembre de 2012

Orden y progreso


De a poco, la Comisión Directiva, respaldada masivamente por los socios, está empezando a estabilizar a un club que estuvo en una crisis casi terminal. Ahora, llegó el momento de crecer. Y el fútbol debe ayudar a que ese crecimiento no corra ningún riesgo.

por Jorge Fuentes

Después de tanto sufrimiento, al fin hay un poco de paz. El clima que se respira en San Lorenzo, por suerte, es mucho más agradable al que había hace un par de meses. Se pudo comprobar en las masivas elecciones del 1 de septiembre, en las que el socio decidió por una abrumadora mayoría que Matías Lammens y Marcelo Tinelli debían ser los encargados de regir el futuro del club. Y se puede comprobar ahora, en la cancha, en la que los cuervos, aun siendo conscientes de que estamos en una posición más que incómoda, nos animamos a mirar el futuro con bastante más esperanza a la que teníamos hace no mucho tiempo.
San Lorenzo es mucho más que fútbol, se sabe. Pero el fútbol es esencial para la vida de San Lorenzo, también se sabe. Por eso, este proceso de reordenamiento que está viviendo el Ciclón deberá ir acompañado de éxitos futbolísticos para alejar cualquier tipo de fantasmas. Y allí, Lammens, Tinelli y compañía no pueden hacer demasiado. En realidad, ya han hecho demasiado: armaron un muy buen plantel de jugadores en un momento en el que los futbolistas preferían cualquier cosa antes que firmar en San Lorenzo. Ahora es el turno de Ricardo Caruso Lombardi y de sus dirigidos. Dentro de la cancha, ellos son los que tendrán la responsabilidad de colaborar con la institución realizando bien su trabajo.

Empezar a ganar
Mucho se ha hablado de la forma en la que juega el San Lorenzo de Caruso. Tanto los cuervos como los opinólogos extrapartidarios se han pronunciado a favor o en contra de los planteos del DT. En este mismo lugar, incluso, en la última edición, se vertieron puntos de vista en los que se subrayaba la necesidad de mejorar en el juego, pero sin olvidar que Caruso Lombardi no había podido trabajar previo al campeonato en las condiciones ideales y que San Lorenzo recién estaba saliendo de una situación extremadamente crítica, algo que obligatoriamente hay que incluir a la hora de formular cualquier tipo de análisis. De todos modos, con más del 25 por ciento del torneo disputado, merece elevarse el nivel de exigencia. Aun admitiendo el mencionado contexto adverso, es fácil advertir que San Lorenzo puede jugar mejor. De hecho, ante Tigre exhibió una imagen mucho más mejorada que en los partidos anteriores. Es de esperar que con todo el plantel a disposición (hoy debutaría Ignacio Piatti, uno que le puede otorgar un salto de calidad al equipo) y con mayor conocimiento entre los futbolistas, el equipo de Caruso va a seguir acentuando esa mejoría.  

De a poco, las cosas empiezan a normalizarse en San Lorenzo. Es cierto que la reconstrucción recién está arrancando. Pero se nota una armonía que parecía imposible conseguir hace tres meses. Hay que admitir, es verdad, que para que el clima siga igual de placentero, será fundamental que la pelotita entre en el arco del rival más veces que en el nuestro. Eso nos hará mucho más felices, obvio. Y ayudará a que se mantenga el orden y se profundice el progreso.

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