Nota a Bergessio publicada en la edición impresa 241|
Gonzalo Bergessio fue el héroe de uno de los partidos más
disfrutados por los hinchas de San Lorenzo en toda su historia. En esta charla
exclusiva con La Revista del Ciclón, Lavandina recordó aquella noche mágica de
la Copa Libertadores 2008, patentada como el “8M” y eternizada como el día en
que el Monumental fue un “silencio atroz”. Además, habló del Triangular, de la
Vuelta a Boedo y de la posibilidad de regresar al club.
por Gastón García
El 8 de mayo de 2008 será una fecha imborrable para los
hinchas de San Lorenzo. Algunos la recordarán como la noche del “silencio
atroz”. Otros, hablarán del “Monumentalazo”. Muchos dirán, simplemente, el día
del “8M”. Hazaña, proeza, gesta. Inolvidable, increíble, inigualable, heroico,
sublime. Innumerables serán los términos utilizados para recordar aquella
noche, mágica, en la que San Lorenzo, estando dos goles abajo y con dos hombres
menos, le empató el partido a River y, además, lo humilló en su propia casa,
por los Octavos de final de la Copa Libertadores. Gonzalo Bergessio, autor de
los dos tantos cuervos, fue el héroe azulgrana de aquella película. A cinco
años de aquel 8 de mayo, nos comunicamos con Lavandina, hoy en el Catania de
Italia, para hablar sobre ese partido y mucho más…
¿Qué te genera el 8 de mayo, Gonzalo?
Uf, la verdad que un lindo recuerdo porque fue un momento
muy importante en mi carrera y para San Lorenzo.
¿Qué es lo primero que se te viene a la cabeza cuando pensás
en aquella noche?
Que fue un partido impresionante de la Copa, en una
instancia importante y que lo habíamos preparado con muchas ganas para pasar de
fase. En la previa se había planteado el partido como un clásico especial, con
la magnitud de un Boca-River.
Y la cosa arrancó mal. Un gol abajo, expulsados…
Sí, la verdad es que se había puesto difícil muy rápido
porque arrancamos perdiendo y enseguida nos quedamos con uno menos. Después, en
el segundo tiempo, se dio el penal, la expulsión de Bottinelli y el segundo gol
de ellos... Realmente parecía muy complicado e irremontable.
Pero lograron revertirlo…
Fue algo impresionante, mágico, porque era muy difícil pero
sacamos fuerzas de dónde no teníamos para remontar los dos goles y después lo
aguantamos como pudimos hasta el final.
¿Fue uno de los partidos más importantes de tu vida?
Por la emoción y por cómo se dio todo, sí. Es un partido que
nunca me voy a olvidar y creo que los hinchas de San Lorenzo tampoco. Además,
después de esa noche cambió mucho la situación con River, porque pasaron muchos
clásicos en los que San Lorenzo terminó ganando.
¿Son momentos difíciles de repetir en la vida de un
futbolista?
Y… creo que será difícil vivir otra vez algo así. Pasaron
cinco años y no se dio un partido igual, de dar vuelta un resultado con dos
jugadores menos y estando dos goles abajo. Es algo que no pasa seguido. Se ve
poco con un jugador menos, imaginate con dos y estando dos goles abajo y,
además, con un rival importante como River. Por eso será inolvidable.
Y vos fuiste el héroe de aquella patriada…
Al principio no te das cuenta, pero a medida que pasan los
años y se sigue hablando, uno va comprendiendo lo que hizo. Para mí es algo muy
lindo, un gran recuerdo, y para San Lorenzo también porque es uno de los
grandes de Argentina y se merece el respeto de todos.
Después de aquel partido se habló mucho de lo que dijo
Ahumada, sobre el silencio de los hinchas de River. ¿Ustedes lo percibieron?
En ese momento uno no se dio cuenta de que estaban callados
porque estábamos concentrados en el partido. Además, con el segundo gol la
gente de San Lorenzo estalló. Creo que Ahumada declaró en caliente y eso no se
hace porque uno puede decir cualquier cosa.
¿Qué faltó para ganar esa Libertadores?
Ese año estaba todo dado para llegar bien lejos por el
equipo que se había armado. Creo que la clasificación la perdimos de local, al
empezar perdiendo con la Liga. Después, en la altura de Quito, hicimos otro
gran partido, también con un hombre menos durante mucho tiempo. Pero,
lamentablemente, la suerte de los penales no estuvo de nuestro lado. Después
venían las semifinales con Boca y eso hubiera estado bueno.
El segundo semestre de 2008, el siguiente al de la
Libertadores en que se dio el Monumentalazo, San Lorenzo fue uno de los
principales protagonistas del Torneo Apertura, que se resolvió en una turbia
definición con Boca y Tigre. Bergessio fue uno de los jugadores más importantes
(8 goles) de ese equipo que dirigía Miguel Ángel Russo. En el sospechado
Triangular, Lavandina le hizo un gol a Tigre y fue expulsado con Boca, por
protestarle efusivamente un fallo a Héctor Baldassi, el árbitro de aquel
encuentro. Además, cuando se iba de la cancha, hizo el gesto de que todo estaba
comprado.
¿Cómo recordás ese torneo?
Con el sabor amargo de no haberlo ganado y de lo que pasó en
el último partido, que me fui expulsado y con mucha impotencia. Siempre quedará
la bronca de no ser campeón por un gol. Fue una situación injusta porque en
otros países los campeonatos, ante igualdad de puntos, se ganan por diferencia
de gol. En ese, nosotros no tuvimos ese premio durante el torneo, que
terminamos arriba de todo por mejor diferencia, pero después lo perdimos por un
gol.
La forma en que se jugó ese Triangular fue rara…
Sí, muy rara. Uno pensaba que iba a ser como se hace
normalmente, que el que gana el primer partido después espera. Hasta en
cualquier picado, el que gana el primer partido después juega el último. Pero
hicieron el arreglo así, no quisieron sortear y pasó lo todos sabemos.
Y no pudiste salir campeón con San Lorenzo…
Es una espina que me quedó clavada. Por eso, siempre pienso
en volver algún día, para ganar un título local y también internacional. Sobre
todo esa Copa, que San Lorenzo no pudo ganar todavía. Son motivaciones
personales que me quedaron y también del club. Por eso, cuando decida regresar
a la Argentina, me gustaría volver a jugar en San Lorenzo.
Se habló muchas veces de tu regreso, ¿hubo gestiones
realmente o sólo fueron rumores?
Hablé varias veces con Marcelo (Tinelli) porque con él me
quedó una buena relación. Me preguntó si tenía pensado volver y le dije que por
el momento no, porque quiero hacer una carrera en Europa. Mi intención es
llegar a un club más importante de acá y seguir progresando tanto económica
como futbolísticamente. Entonces, por ahora es difícil. En un futuro se podría
dar, porque físicamente nunca tuve problemas.
¿Cuántos años más te gustaría seguir en Europa?
Y… tres más me quedaría. En Catania me quedan dos de
contrato. Después, veremos cómo sigue todo.
Entonces, cuando se dé tu regreso al país, San Lorenzo
estará en tu cabeza…
Seguro que sí, porque el club me trató como si yo hubiera
salido de sus divisiones inferiores. Si bien también tuve un paso bueno por
Racing, breve, me gustaría volver a San Lorenzo algún día, porque conozco bien
el club y porque tengo objetivos que me quedaron pendientes de cumplir.
El Catania tiene colores parecidos a los de San Lorenzo, es
una forma de seguir ligado…
(Risas). Sí, además, en la delantera somos todos ex del club,
porque están el Pitu (Barrientos) y el Papu (Gómez).
¿Seguís la campaña de San Lorenzo?
Sí, siempre lo sigo. Lo del año pasado fue una situación muy
fea, rara. Con San Martín de San Juan lo vi en casa, porque estaba de
vacaciones y fue duro. Por suerte, terminó bien la cosa. Ojalá este año se
pueda acomodar.
¿Cómo describirías tu paso por el club?
Creo que fue bueno. San Lorenzo me hizo crecer como persona
y como jugador. Por eso, le estoy agradecido al club, que me abrió las puertas
como uno más, y a la gente por el cariño que siempre me brindó y, aun hoy, me
lo sigue demostrando.
Quiere volver y jugar en Boedo
Bergessio es uno de los tantos ex jugadores cuervos que se
sumaron a la lucha de San Lorenzo por recuperar Avenida La Plata. En diciembre
del año pasado, Lavandina se comprometió a colaborar con la compra de cinco
metros cuadrados y, según le contó a La Revista del Ciclón, en breve concretará
esa acción. “Desde que empezó todo esto de la vuelta estoy al tanto de la
situación. Por eso me sumé para dar una mano y colaborar con mi granito de
arena para que la vuelta se pueda dar lo antes posible”, manifestó. Además, contó que se sorprendió cuando San Lorenzo metió más de cien
mil personas en la Plaza de Mayo: “Fue impresionante, hay un fanatismo y unas
ganas muy grandes de volver. Creo que si se dio, fue por lo que hizo la gente.
Si no fuera por esa lucha, hubiera sido imposible lograrlo. Creo que las ganas
del hincha de San Lorenzo fueron el empuje para terminar de redondear el
regreso a Boedo”. Durante la entrevista, Bergessio señaló que su intención es
retornar al país en tres años. Si así ocurre, su regreso se estaría dando en
2016, el mismo año que los hinchas de San Lorenzo soñamos tener el nuevo
estadio en Avenida La Plata. Y, quién sabe, Gonzalo pueda estar en el partido
inaugural. “Je, podría ser. Hay que ver cómo se dan las cosas pero estaría
bueno, sería algo muy lindo”, se permitió soñar. Nosotros, también.
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