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domingo, 4 de agosto de 2013

Es todo tuyo, Juan

Nota de la edición impresa 243

San Lorenzo se armó en tiempo y forma como para ser protagonista de todos los torneos que tenga que disputar. Ahora, Pizzi tiene la enorme responsabilidad de armar un buen equipo que esté a la altura de la gran expectativa que tienen los hinchas.

Por Jorge Fuentes


La tabla de los promedios, la calculadora, la página www.promiedos.com.ar, la promoción contra Instituto, hinchar obligadamente por Boca, River y otros indeseables…  Todas esas pesadillas parecen haber quedado atrás. Y hay que decir “parecen” porque si algo hemos aprendido en estos últimos años de sufrimiento es que no hay que subestimar ninguna situación. Ni siquiera las que aparentan cierta tranquilidad. De todos modos, es evidente que el momento de San Lorenzo, felizmente, es muchísimo más placentero que el que sufrimos hasta hace poquito. Y esperanzador, claro. Porque, vamos, cuando falta un puñado de minutos para que arranque un nuevo torneo, ¿quién puede negar que tenemos una ilusión grande como el Pedro Bidegain? Y no es para menos. Es que se armó un plantel rico en cantidad y calidad, con opciones más que potables en casi todos los puestos. Eso puede suponer un (lindo) problema para Juan Antonio Pizzi, quien será el encargado de seleccionar entre todo el material disponible a once “privilegiados” para que salgan a la cancha. Allí estará la clave del éxito o del fracaso para esta segunda mitad de 2013: en la capacidad del DT para saber elegir entre la abundancia.

Asume riesgos
No hay que ser muy perspicaz para advertir que el plantel ofrece más variantes ofensivas que defensivas. Y por lo que viene mostrando Pizzi desde que asumió como DT, se sabe que su San Lorenzo prefiere salir a buscar los partidos y a forzar el error del rival antes que esperar agazapado a que el contrincante dé un paso en falso. Esos dos datos nos hacen suponer que el Ciclón intentará ser protagonista en todas las canchas. Obvio que esta apuesta ofensiva tiene su contraindicación, que es quedar desguarnecidos en defensa si el retroceso de los volantes no es el correcto. De todos modos, es un riesgo que la historia del club obliga a tomar.

De acuerdo a lo observado en los amistosos de pretemporada, Pizzi ha vuelto a utilizar su esquema favorito:el 4-2-3-1, el dibujo con el que comenzará a jugar en este campeonato. Y esta decisión puede generar algunas dudas, teniendo en cuenta que lo mejor de San Lorenzo en el certamen pasado fue cuando el DT resolvió pararse con el clásico 4-4-2. No obstante, vale aceptar que las opciones que hay en este plantel le da el crédito como para regresar a su dibujo preferido, fundamentalmente teniendo en cuenta que Martín Cauteruccio, el único delantero advertir que el plantel ofrece más variantes ofensivas que defensivas. Y por lo que viene mostrando Pizzi desde que asumió como DT, se sabe que su San Lorenzo prefiere salir a buscar los partidos y a forzar el error del rival antes que esperar agazapado a que el contrincante dé un paso en falso. Esos dos datos nos hacen suponer que el Ciclón intentará ser protagonista en todas las canchas. Obvio que esta apuesta ofensiva tiene su contraindicación, que es quedar desguarnecidos en defensa si el retroceso de los volantes no es el correcto. De todos modos, es un riesgo que la historia del club obliga a tomar.

De acuerdo a lo observado en los amistosos de pretemporada, Pizzi ha vuelto a utilizar su esquema favorito:el 4-2-3-1, el dibujo con el que comenzará a jugar en este campeonato. Y esta decisión puede generar algunas dudas, teniendo en cuenta que lo mejor de San Lorenzo en el certamen pasado fue cuando el DT resolvió pararse con el clásico 4-4-2. No obstante, vale aceptar que las opciones que hay en este plantel le da el crédito como para regresar a su dibujo preferido, fundamentalmente teniendo en cuenta que Martín Cauteruccio, el único delantero-delantero en esta formación actual, tiene mucha más movilidad que Denis Stracqualursi, el nueve con el que intentó jugar con esa diagramación táctica en gran parte del campeonato pasado. El 4-2-3-1, además, obliga a que los volantes pisen seguido el área rival y a que colaboren con el doble 5 en la recuperación del balón, y a que los laterales se ofrezcan como salidas de manera permanente. En definitiva, aceitar ese funcionamiento será la tarea que Pizzi tendrá que lograr. Difícil, por supuesto. Pero para nada imposible si se repasa los nombres que hay en el plantel del Ciclón.


Nuestra tarea (la de los hinchas, claro), en tanto, será la misma de siempre, esa que nos sale a la perfección: Alentar desde el principio hasta el final. Con alegría, con ilusión y, principalmente, con paciencia. En definitiva, la misma receta que nos permitió, luego de mucho sufrimiento, guardar la calculadora en un cajón.

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