Entrevista a Sebastian Saja

Por Gastón García

“No hay cosa en el mundo por la que diría en San Lorenzo no juego más”

Sebastián Saja, un ídolo de la historia azulgrana, se fue de mala manera de San Lorenzo en 2007. Hoy está en el AEK Atenas, de Grecia, donde se siente muy cómodo. Pero en su interior, para el Chino, ídolo cuervo y fanático del Ciclón, sólo existe un deseo: “volver a jugar en San Lorenzo”. Sabe que no es fácil, pero no cierra las puertas. Una nota para disfrutar, con La Revista del Ciclón.



El AEK Atenas fue fundado en 1924 por refugiados de Constantinopla, Esmirna y otros lugares de Asia Menor, que desembarcaron en Grecia después de la persecución turca de 1922. En la actualidad, junto al Olympiakos y al Panatinaykos, es uno de los tres equipos de fútbol más grandes del europeo país. Ahí juega, desde 2008, el ídolo de muchos cuervos, Sebastián Saja, luego de estar un año en el Gremio de Brasil.

Cuando cortamos la comunicación con Daniel Saja, el papá de Sebastián, teníamos nulas expectativas de que esta nota pudiera concretarse. “Yo les paso el mail de Seba, pero después de lo que pasó, no creo que tenga ganas de hablar de nada, ni con nadie que esté relacionado con San Lorenzo”. Palabras más, palabras menos, eso fue lo que nos anticipó el padre del ex arquero del Ciclón, que vale aclarar que además de un tipazo, es un amigo de la casa.

A pesar de esa advertencia, nos tiramos un lance y le mandamos un mail a el Chino y, gratamente, esto fue lo que nos respondió:
“Mi viejo puede a ser un poco exagerado algunas veces y, realmente, no sé si habla por él o por mí. Nunca podría estar embrocando o no querer saber nada con todo lo que venga de San Lorenzo. Todo lo contrario, si hay algo por lo que me preocupo en el fútbol, es por San Lorenzo. Por eso, mi viejo tal vez habló un poco por boca de él, ya que tiene muchos más años como hincha que yo y me parece que a él, le dolió más que a nadie. Pero siempre dije que sé diferenciar muy bien entre la gente que fue responsable de todo lo que sucedió y le gente que nada tuvo que ver. Como suele pasar en el fútbol, unos pocos hicieron que fuera así pero eso nada cambiará lo que siento por San Lorenzo y por su gente. Jamás podría darle la espalda al club y a la gente, que tanto hizo por mí y que tanto me dio, así que estoy a tu disposición para lo que necesites".

Hacer una nota vía mail no es lo ideal. Fundamentalmente, porque el entrevistador se pierde la posibilidad de la repregunta, una de las herramientas claves en un reportaje. Sin embargo, el Chino se tomó su tiempo, y con gran predisposición, atajó todas las preguntas de La Revista del Ciclón y no dejó ninguna afuera. Esta es la nota.

¿Cómo andan tus cosas, en Atenas?

Bien. Muy contento porque estoy en un lugar donde me siento a gusto, donde me adapté muy rápido y encontré equilibrio. Este es el tercer año que estoy acá, en uno de los tres equipos más importantes de Atenas.

Dicen que son muy pasionales los hinchas griegos, ¿es verdad?

Sí, son muy pasionales y lo viven, a diferencia de otros países de europeos, con mucho fanatismo. Sobre todo los hinchas del AEK, ya que hace muchos años que no se consigue la liga y eso, para un equipo grande, es mucho tiempo. Así que la pasión aumenta a cada año para poder conseguir un título. Los clásicos son terribles. De hecho, prohibieron la presencia de público visitantes porque siempre terminaban con violencia. En eso se exceden y muchas veces hay violencia. Además de pasionales, son muy violentos también.

¿Y los futbolistas cómo lo viven?

A diferencia de la gente, los jugadores no se lo toman tan personal, por decirlo de alguna manera. Son más fríos que los hinchas. Entrenan, se van a su casa, juegan y listo. No tienen la pasión del jugador argentino, por dar un ejemplo. Son profesionales, pero a un nivel más de trabajo, que de alguien que está haciendo lo que más le gusta que, es jugar al futbol.



¿Viste el partido con Boca?

¡Síííí! Lo puede ver, en casa comiendo una picada. No me lo podía perder. Fue otra gran alegría volver a ganar en la Bombonera.

¿Tenés relación con hinchas de San Lorenzo, allá?

Acá, no. Con los de argentina seguro, tengo muchos conocidos cuervos y sigo hablando con ellos. En la última pretemporada me pasó algo muy lindo. Fuimos a Australia a jugar un torneo y, en el aeropuerto, me recibieron cuatro hinchas de San Lorenzo.
Es una linda demostración de que el hincha de San Lorenzo tiene mucho cariño hacia vos…

Me puso muy contento aquella situación. Fue una alegría inmensa que haya cuervos y con buenos recuerdos en una tierra muy lejana a la nuestra.


Haciendo un poquito de memoria, el Chino se tuvo que ir de Boedo tras ser ninguneado por Ramón Díaz y maltratado por la dirigencia cuerva, que lo mandó a entrenar con los juveniles. Esa situación, obligó al ex arquero cuervo a recurrir a la justicia para conseguir su libertad de acción, ya que el club le impedía continuar con su carrera. La cosa no terminó de buena manera, ya que el ídolo azulgrana terminó en un increíble juicio con el club, del cual es hincha desde la cuna. Desde aquel momento, en 2007, pocas veces se lo escuchó hablar a Sebastián sobre su situación con el Ciclón, por eso intentamos localizarlo.

¿Cómo quedó tu relación con el club?

La única relación es de hincha. Lo sigo todos los partidos, festejo cuando gana y me amargo, mucho, cuando pierde.

¿Y con los dirigentes?

Con ellos no tengo ningún tipo de relación.

¿Te sentiste defraudado por ellos?

¡Ya pasó! Con el único que tenía una buena relación era con Savino y nunca volví a hablar con él.

¿Sentís que pudieron haber manejado tu caso de otra forma?

Sin ninguna duda. Sólo ellos saben por que dejaron que un patrimonio importante del club se desvalorizara de la noche a la mañana y lo perdieran para siempre.

Decís “que lo perdieran para siempre”. ¿Saja no va a volver a jugar en San Lorenzo?

Ojalá que sí! No sé si en el futuro inmediato pero espero algún día volver a jugar en el club que más me dio como hincha, como persona y como profesional.

Se supo lo de tu juicio al club. ¿Te dolió llegar a eso?

¡Qué te parece! Pero no me dieron otra alternativa. Era la única manera de poder seguir jugando al futbol. No solo no me dejaban jugar en San Lorenzo, sino que no querían que jugara al futbol. ¿Qué podía hacer? No tenía manera de pedir mi libertad de acción, sin que no fuera mediante una acción legal.

¿Fue más que un juicio al club, una pelea con los dirigentes de turno, como diciendo “no se la van a llevar tan fácil”?

NOOOO. Para nada. No fue ni un juicio para los dirigentes, ni para un técnico, ni para el club. Sólo fue la única alternativa que yo tenía para poder jugar al fútbol y no tuve elección! Era buscar la libertad en la justicia, o dejar de jugar.

A algunos hinchas les dolió que el Chino Saja, su ídolo, le haya hecho juicio al club. ¿Los entendés?

Tal vez no tengan claro como fueron las circunstancias. Pero tanto el sentimiento del hincha, como el mío, es que más allá de todo lo que pasó nada va a cambiar los recuerdos que tenemos mutuamente. A ellos les diría que me entiendan y que siempre quise lo mejor para San Lorenzo.

¿Legalmente, en qué estado está esa situación?

Cerrada. Y acá dejo en claro por qué lo hice. El juicio lo arreglé, no quise llegar a una sentencia con el club. Cuando muchos me aconsejaban ir hasta el final, yo sólo quería jugar al futbol y no sacar provecho de esa situación. El juicio estaba ganado y lo reconocieron los abogados de San Lorenzo pero yo sólo quería cobrar los salarios adeudados y la posibilidad de jugar libremente en un club de mi elección. San Lorenzo me dio mucho, me dio lo que soy y, de ninguna manera, voy a sacarle al club dinero que no gané trabajando.

De Ramón Díaz que podrías decir....
Un buen entrenador.

¿Nada más?

Nada más.
¿Los compañeros de ese momento, te bancaron?

Sí, me dieron su apoyo en su momento. Fue un tema muy delicado, difícil. Igualmente, destaco a Nereo Champagne, Germán Bovoril y Nicolás Bianchi Arce, por sobre el resto.

¿Puede haber reconciliación con el club o, más bien, con la dirigencia actual?

Siempre digo que San Lorenzo está por encima de los dirigentes, jugadores y entrenadores. Ningún rencor, ni capricho o enojo podría estar por encima de jugar con la camiseta de San Lorenzo. Al menos de mi parte, no hay cosa en el mundo por la que diría en San Lorenzo no juego más.

Eso demuestra que tenés ganas de volver…

Muchas. Siempre San Lorenzo va a ser mi primera opción para jugar a mi país. Espero que el día que me toque volver a la Argentina, el club esté dispuesto a recibirme.

Saja y su vida en Grecia

Acá, normalmente, tienen la costumbre de entrenar por la tarde, así que por la mañana arranco con la rutina de llevar a mis hijos al colegio. Luego unos cuantos mates y aprovecho para poder estudiar algo de inglés ya que el griego es muy difícil, je. Entreno por la tarde y alguna que otra noche cenó con otros argentinos que viven en Atenas. Los fines de semana que tenemos libres son los mejores. Grecia es un país con unos lugares increíbles y con solo agarrar el auto podés conocer lugares hermosos. Alguna que otra vez aprovechamos a conocer las islas que tienen.
Como contaba antes, la ciudad es hermosa, con mar, montañas y buen clima. Lo que hay que evitar es los días de semana ir al centro porque el tránsito es un caos. Además, manejan muy mal. Respetan poco las señales de tránsito. La gente me trata bien porque reconocen que estoy haciendo un buen trabajo pero, en la vida diaria, el griego no es una persona muy hospitalaria. Ellos mismos dicen que tienen un país para ser los mejores en turismo pero la atención no es la mejor. La amabilidad no es su fuerte. En lo que más se parecen a nosotros, por desgracia, es que cada día tenés una manifestación diferente en la ciudad y muchas veces te encontrás con calles o avenidas cerradas. Últimamente han sufrido muchos recortes públicos por la crisis, que casi los lleva a la quiebra y como pasó con nosotros, los que pagaron fueron la gente trabajadora y no aquellos que vaciaron al país. Una costumbre parecida para bien, es que los horarios para cenar son como nosotros, ya que en la mayoría de Europa, si vas a comer a un restaurante después de las 21, no encontrás nada abierto.