"Un día, el Sapito y el Toscano se llevaron la pelota haciendo paredes de cabeza desde el área de San Lorenzo hasta el área rival"
"Un día, el Grigo pateó un tiro libre y uno que estaba en la barrera se agachó para que no le arranque la cabeza"
"Cuando le ganábamos a Huracán en su cancha, nos íbamos caminando a la sede de Parque Patricios a cantarle hijos nuestros en la puerta"
"De chiquito me iba a los entrenamientos en el Gasómetro y le pateaba penales a Irusta, se los hacía todos"
"Cuando se cerró el Gasómetro, el abuelo se quedó parado en los tablones cruzado de brazos. Fue una de las pocas veces que lo vi que se le caiga una lágrima al viejo"
Podría contra miles y miles de historias y hacer este posteo interminable con la inmensa cantidad de anécdotas que siempre me contaste y me endulzaste y llenaste el oído de pasión azulgrana.
Quizás todo se sintetice en esa camisetita de piqué que me compraste cuando apenas tenía días de vida. Esa, mi primer camisetita cuerva que aun conservo y se hizo finita y larga.
Gracias viejo por esta herencia. La más hermosa y la más linda que si yo hubiera podido o querido elegir, sin duda alguna, hubiera escogido: la de ser hincha de San Lorenzo. COMO VOS.
Te quiero viejo cuervo
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