Ricardo Caruso Lombardi es uno de los responsables de que San Lorenzo no se haya ido al
descenso en la temporada pasada. Llegó en un momento muy delicado del club
reemplazando al camboyano Leonardo Madelón, y cumplió el objetivo de mantenerlo en Primera. No le fue fácil, eso no se puede negar. Estuvo muy cerca del abismo, pero por suerte la historia terminó con final
feliz para el Ciclón. El lunes, cuando San Lorenzo reciba a Argentinos Juniors en
el Nuevo Gasómetro, Caruso se reencontrará con los cuervos. Muchos nos
preguntamos cómo lo recibirán los sanlorencistas. En una charla con La Revista
del Ciclón, Caruso recordó todo lo que vivido en el club y sueña con ser bien recibido…
Calculo que muy bien. Yo tengo los mejores recuerdos de la
gente de San Lorenzo. Creo que me tocó estar en uno de los momentos más
difíciles de su historia, sin contar el año 1981, cuando tuvo la desgracia de
descender. Ahora estamos viendo lo que pasan los demás equipos cuando hay un
descenso de por medio y es bravo.
Algunos sostienen que se a San Lorenzo lo salvó Banfield…
Creo que muchas veces no se quiere valorar lo de uno y se
dice que Banfield se fue solo, pero con nosotros San Lorenzo sacó 20 puntos, logramos
el 55 por ciento de los puntos en juego en ese torneo. Además, jugamos un mano
a mano con Instituto, un equipo que venía muy bien en el Nacional B y a como
venía San Lorenzo, no sé si hoy estaría en la categoría. Yo creo que la gente
que entiende un poquito de fútbol sabe que uno dio lo mejor por el club.
¿Qué sentimientos te dejó el club?
Tengo el mejor recuerdo de San Lorenzo y sobre todo de la
gente. Uno de los mejores momentos de mi vida lo viví en este club, aunque con
mucho nerviosismo. Jamás podría tener algo en contra de San Lorenzo. No voy a
decir que me siento de la casa porque eso queda para los que nacieron en el
club, pero sí me siento gran parte de la vida de San Lorenzo porque llegué en
el momento más complicado en los últimos años del club y creo que con los
jugadores terminamos haciendo las cosas muy bien.
¿Alguna vez te pusiste a analizar el respaldo de la gente
en ese torneo a pesar de que San Lorenzo estuvo al borde del descenso?
Te cuento algo que me pasó el domingo en la cancha en la
previa de Argentinos-River. A Pitana (Nota de LRDC: fue el árbitro que dirigió
el San Lorenzo 3 – Newell’s 2) le comenté justamente lo lindo que fue el
partido con Newell’s, el día del 3 a 2, y los dos recordamos lo que fue la
gente ese día. Lo que se vivió con la emoción de la gente fue terrible. Tuve
momentos muy difíciles en los equipos que me tocó dirigir, pero creo que lo que
hemos vivido en ese partido y después lo de San Juan y la Promoción con
Instituto fue lo más agresivo a nivel físico que sufrí en mi vida. Estábamos en
el borde del precipicio y nos caíamos, la verdad que lo sentí mucho. El partido
con Newell´s marcó muchísimo el camino del club y la gente tuvo mucho que ver,
porque el equipo no respondía y la gente apareció como loca y nos empujó para
levantarnos. Creo que ahí sí fue de verdad el jugador número doce, sin ningún
tipo de duda, porque fue impresionante lo que cantaban y lo que lloraban
después del partido. A veces me motivo mirando el video de ese partido.
Viviste momentos difíciles en varios equipos, pero por la
magnitud de San Lorenzo, ¿fue la parada más brava que te tocó vivir?
En Newell’s y Racing la tuve complicada, pero lo de San
Lorenzo fue más difícil porque no había tiempo. En los otros equipos tenía una
segunda rueda, pero acá no, no había mucho margen porque agarramos en torneo
decisorio. No teníamos tiempos, había que armar un equipo nuevo, rápido, ver
qué jugadores podrían responder, y creo que con muchos la pegamos porque han
rendido al máximo y muy bien. Ellos dieron el cien por cien y hoy son parte de
la historia de San Lorenzo, sin ningún tipo de dudas porque sacaron al club de
uno de sus peores momentos.
¿Cómo ves al equipo ahora?
Creo que está mucho más tranquilo, más armado y tiene un
plantel muy competitivo. Se armó un equipo importante y junto a la suma de
pibes como Villalba, Navarro, Correa, Verón, se consolidó un gran plantel.
¿Te da tranquilidad ver cómo está San Lorenzo ahora?
Si claro, porque la realidad es que este equipo lo armamos nosotros
junto con Marcelo (Tinelli). Entre los dos tirábamos nombres y en los que
estábamos de acuerdo le dábamos para adelante y lo que no, no vinieron. Así fue
como armamos el equipo en muy poco tiempo. Si te remitís a reportajes que di en
ese momento, siempre dije que en la segunda rueda San Lorenzo estaría entre los
tres primeros y ahora está pasando algo así. Tiene un plantel excelente, uno de
los mejores de la categoría y uno se siente gratificado porque fue parte del
armado, eso debe quedar bien claro. También está la virtud del técnico actual,
porque más allá que no me haya gustado como se manejó en mi salida, hay que
valorarle su trabajo y por suerte hoy San Lorenzo está donde está y eso es algo
que me pone muy contento.
¿Te hubiera gustado irte de otra forma de San Lorenzo?
Totalmente. Yo me fui porque quise, no es que nadie me echó.
Lo que sí podemos analizar es que había una campaña bastante diabólica hacia mi
persona. Yo estoy muy contento con los jugadores que están ahora, con los
hinchas de San Lorenzo estoy maravillado por la emoción que le meten a todo
esto. Con los únicos que quedé en deuda es que los nuevos dirigentes, creo que
hubo un antes y un después de Marcelo dirigente. Me fui mal con esta comisión
pero ya está, ya me fui, creo que fue en el momento indicado por el bien del
club. Me dolió en el alma irme porque a mí el club me dio mucho, la trayectoria
de pasar por San Lorenzo no es para cualquiera. Sé que algún día voy a volver,
de San Lorenzo tengo los mayores recuerdos de mi vida.
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