Alberto Deán es el socio vitalicio número 8690 de San Lorenzo de Almagro. Nació en pleno barrio de Boedo, a dos cuadras de la Iglesia San Antonio (donde se fundó el club) y caminó sus 59 años de vida aferrado a sus dos principales pasiones: el periodismo deportivo y su amor por el Ciclón. Desde que tenía apenas ocho años se convirtió en un fiel habitante del Gasómetro de Avenida La Plata, cada vez que San Lorenzo jugaba de local. Para el centenario del club escribió el libro “San Lorenzo Querido: 100 años de pasión”. Por todo esto, Alberto Déan es un personaje autorizado para responder las preguntas de esta sección.
Por Gastón García
¿Conoció el Gasómetro, Alberto?
Claro. Comencé a ir a la cancha en el año 1958. Un año después San Lorenzo fue campeón con un goleador fantástico como José Sanfilippo. Recuerdo que se consagró en cancha de Ferro y en la próxima fecha jugaba con Huracán. Estuve el sábado previo cortando papelitos azules y rojos con mi abuelo, pero el domingo llovió y no los pude tirar. Igual disfruté con la vuelta olímpica y con una goleada: 6 a 3
¿Cuál es el recuerdo futbolístico más lindo que le dejó?
Infinidad. Seguramente el citado campeonato de 1959, porque sólo tenía 10 años. A esa altura la vida es una fantasía permanente. San Lorenzo, como ahora, es una parte muy importante de mi vida.
¿Qué historia o anécdota recuerda siempre al pensar en el estadio de Avenida La Plata?
Cuando cursaba el secundario se fusionaron dos grupos. Me amigué mucho con uno que era de Parque Patricios y me decían “cuervo”. Ellos trataban de molestarme y para mí era un orgullo. Los padres también me decían “cuervo” en forma despectiva. Era la época de Los Matadores, que fueron campeones invictos. Todos los lunes los gastaba. Jamás me olvidaré que en el último partido de la zona de clasificación nos ganaban 2-0 y teníamos un jugador menos. Le empatamos y casi ganamos. El gaste fue único.
¿En qué cree que afectó o perjudicó más la pérdida del estadio a la vida de San Lorenzo y de su gente?
Le cambió el sentido de pertenencia. A partir de ahí, todo fue distinto. Un peregrinar que los hinchas de San Lorenzo no nos merecíamos. Aunque debo ser justo y quiero decir que hubo muchos que se equivocaron. Había un gobierno de unidad y cada uno sacó tajada. 116 asambleístas levantaron la mano entregando el Gasómetro y muchos de ellos todavía caminan por la sede o el estadio Pedro Bidegain como si nada. Es cierto que era una época difícil por los militares y que el Gobierno de la Ciudad, de Cacciatore, quería nuestra cancha para, según dijeron, abrir las calles José Mármol y Las Casas. Pero no se hizo nada. Nadie hizo nada. Se vendieron los terrenos y San Lorenzo no vio un peso. Nuestros dirigentes miraron para otro lado y el resto de la dirigencia deportiva también. El tema es largo, ingrato e injusto. Eso sí, no hay culpables como siempre en la Argentina. Seria bueno, escracharlos. Sobre el Gasómetro en particular y San Lorenzo en general, siempre digo lo mismo: “quienes nos quitaron parte de nuestra esencia, son mis enemigos”.
¿Cree que la vuelta de San Lorenzo a Avenida La Plata es algo factible de realizar o es sólo una ilusión?
Ojalá. Me parece complicado porque la gente que vive alrededor de donde estaba la cancha no es la misma. No creció al amparo de nuestro estadio y quiere vivir tranquilamente. Seré el primer soldado del frente para sumarse a la causa de volver a Boedo, aunque en realidad me parece utópico. Claro que también se vive de utopías.
¿Cuál o cuáles cree que son los principales obstáculos para que San Lorenzo pueda concretar la vuelta al barrio que lo vio nacer?
Como decía anteriormente, dudo de la actitud de la actual gente de la zona. Espero equivocarme. Además no creo que los gobiernos jueguen para San Lorenzo. Nunca lo hicieron, y solo piensan en los votos, no en la gente. En ésta pelea estamos solo los hinchas de San Lorenzo. Ganarla sería estupendo.
Si con el paso del tiempo se concretase la vuelta de San Lorenzo a Avenida La Plata, ¿cuáles serían los principales beneficios que tendría el club?
Recuperar la identidad y demostrarle a todos, especialmente a nuestra gente, que fuimos capaces de semejante logro.
Se están comprando muchas propiedades linderas a la sede social. ¿Cree que empezar por ahí es un primer paso que conduzca a la vuelta del estadio o son cosas que van por separado?
La idea es buena, pero por el momento pasa desapercibida. Hay que pintar toda esa esquina de rojo y azul. Poner banderas, cuadros, hacer una muestra fotográfica. Y reclamar a los gobiernos que nos devuelvan lo que nos robaron. Recién así, empezaremos a recuperar la identidad que nos falta. Y en lo personal, cuando me llegue la hora, me iré más tranquilo
¿Qué opina de las actividades que realizan agrupaciones como la Subcomisión del Hincha y DBV? ¿Y de casos como el de Viggo, que donó plata para comprar una propiedad?
Pone de manifiesto que la pertenencia está. Hay que renovarla permanentemente. Este es un mandato que los jóvenes de San Lorenzo deben asumir para el futuro, pero con la sapiencia de los mayores. En lo personal me emociono cuando mi hijo, Ariel, fue a la legislatura porteña con el tema de la reparación histórica. Ellos, desde su fuerza y el amor por San Lorenzo, están en condiciones de cambiar la historia. Cuentan a favor lo que tuvimos que sufrir los mayores. Como son inteligentes, no van a tropezar con la misma piedra.
¿Cree que la dirigencia del club está comprometida con la vuelta?
En absoluto, es un tema del cual nadie habla. Ni los oficialistas ni la oposición. No entienden nada, ni siquiera cuáles son los sueños de nuestra gente, que, por supuesto, son los míos. El día del partido con Estudiantes, alguien con intenciones presidenciales se acercó para hablarme de sus proyectos. Seguramente no tuvo en cuenta o no le informaron que yo sabía que el grupo al que pertenece apoyó la venta del Gasómetro. Las próximas elecciones serán fundamentales para el club y para reafirmar nuestro sentido de pertenencia. El mismo que algunos vendieron por unos pocos pesos. Allá ellos. Yo estoy en la vereda de enfrente.
Si el principal impedimento para volver a Boedo fuese el factor económico, ¿Colaboraría con dinero para consolidar la vuelta?
Si, pero con el reaseguro de que no me van a estafar como hicieron con los bonos patrimoniales, venta de pañuelos, banderines. Recuerdo cuando presentaron la maqueta de la nueva cancha. Nos mintieron descaradamente.
¿Está dentro de sus máximos sueños como hincha del club que San Lorenzo vuelva a Boedo?
Como hincha de San Lorenzo me quedan dos sueños por lograr. Volver a Boedo y ganar la Copa Libertadores
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