Una hinchada Monumental
Es inevitable que cada vez que juguemos ante Tigre no se nos venga a la mente lo que ocurrió en la tarde del 13 de marzo de 1982. Ese día, San Lorenzo jugó ante el equipo de Victoria, por la sexta fecha del torneo de Primera B, y la gente del Ciclón marcó un hito imborrable en la historia del fútbol argentino. Más de 70 mil cuervos reventaron la cancha de River, en lo que fue el partido con más entradas vendidas en un torneo organizado por la AFA. Inolvidable.
Por Jorge Fuentes
Hay fechas que están marcadas a fuego en la historia de San Lorenzo. Pueden estarlo por hechos felices (los títulos, el debut de alguna gloria, triunfos inolvidables en algún clásico), por situaciones lastimosas (el descenso, la pérdida del Gasómetro) y, también, por alguna gesta heroica de su hinchada, que bien ganado tiene el mote de “Gloriosa”. Aprovechando que nos visita Tigre, y teniendo en cuenta que en 13 días se cumple el 28º aniversario de este acontecimiento, vale la pena recordar, una vez más lo que sucedió el 13 de marzo de 1982, en cancha de River.
Aquel día, el Ciclón empató 1 a 1 con el Matador de Victoria en el Monumental, pero lo más importante ocurrió afuera de la cancha, en las tribunas. El estadio se llenó como sólo había ocurrido en la final del Mundial de 1978, entre Argentina y Holanda. La única (y gran) diferencia fue que en lugar de predominar el celeste y blanco, la cancha de River se tiñó por completo de azul y rojo.
Sí, porque hasta el grupito de hinchas de Tigre colaboró con los colores. Ese día se vendieron 70.948 entradas (46.059 populares y 24.889 plateas) pero si se suman a los colados de siempre, hay que decir que hubo algo más de 75.000 personas en el Monumental. Sólo hay dos partidos en Argentina en que se vendieron más tickets: el mencionado del ’78 y la final de la Copa Libertadores de 1986 entre River y América de Cali.
Las estadísticas revelan que el partido con mayor cantidad de entradas vendidas en Primera División fue un Independiente-Boca jugado el 15 de agosto de 1954 (ganó el Rojo 3-1) en el que se expendieron 62 mil boletos, casi nueve mil menos que aquella inolvidable tarde en que el Monumental se vistió de azulgrana. De estos datos se desprende claramente que el partido con mayor venta de entradas en la historia del fútbol argentino fue aquel San Lorenzo-Tigre, por la sexta fecha del torneo de Primera B de 1982. Y también se explica por qué el Ciclón no necesita de ninguna copa para ser uno de los clubes más grandes del país.
La ficha del partido
Tigre (1): Sergio Rubén García; Abelardo Cheves, Ricardo Fertolani, Dardo Norberto Urchevick y Aníbal Daniel Bustos; Héctor Arregui, Rubén Giachello y Antonio Labonia; Pablo Sierra, Walter Fiori y Hugo Alberto Ruiz. DT: Pedro Enrique Mansilla
San Lorenzo (1): Oscar Quiroga; Pablo Comelles, Hugo Verdecchia, Hugo A. Moreno y Héctor Osvaldo López; Alberto Quinteros, Oscar Ros y Jorge Rinaldi; Héctor Raúl López, Hugo Paulino Sánchez y Eugenio Morel Bogado. DT: Juan Carlos Lorenzo
Goles: PT: 9m. Comelles (SL) ST: 6m. Sierra (T)
Cancha: River Plate (local Tigre)
Árbitro: Carlos Coradina
Recaudación: $ 1.834.570.000
Publico: 75.000 personas.
El recuerdo de Claudio Marasco*
Nunca me voy a olvidar de ese partido. Recuerdo que, cuando salimos a la cancha, no veíamos nada por la cantidad de papelitos. Y cuando paró la lluvia de papelitos, vimos que todo el estadio era todo azul y rojo. Observar la cancha de River así fue impresionante. Creo que solo en la final del 78 estuvo así, después nadie lo llenó como lo hizo San Lorenzo. Ese día estuve en el banco, pero no podía dejar de mirar a las tribunas. Había familias enteras, nenitos chiquitos, mamás con bebés en brazos… era algo muy impactante. Con solo 17 años me tocó ser parte de un momento histórico, tanto para el club como para el fútbol argentino, porque nunca había pasado lo que pasó con San Lorenzo en 1982. En cierta manera, me tocó ser protagonista de ese fenómeno increíble. Y eso me llena de orgullo.
*Integro el plantel que consiguió el ascenso en 1982. Jugó 14 partidos.
Es inevitable que cada vez que juguemos ante Tigre no se nos venga a la mente lo que ocurrió en la tarde del 13 de marzo de 1982. Ese día, San Lorenzo jugó ante el equipo de Victoria, por la sexta fecha del torneo de Primera B, y la gente del Ciclón marcó un hito imborrable en la historia del fútbol argentino. Más de 70 mil cuervos reventaron la cancha de River, en lo que fue el partido con más entradas vendidas en un torneo organizado por la AFA. Inolvidable.
Por Jorge Fuentes
Hay fechas que están marcadas a fuego en la historia de San Lorenzo. Pueden estarlo por hechos felices (los títulos, el debut de alguna gloria, triunfos inolvidables en algún clásico), por situaciones lastimosas (el descenso, la pérdida del Gasómetro) y, también, por alguna gesta heroica de su hinchada, que bien ganado tiene el mote de “Gloriosa”. Aprovechando que nos visita Tigre, y teniendo en cuenta que en 13 días se cumple el 28º aniversario de este acontecimiento, vale la pena recordar, una vez más lo que sucedió el 13 de marzo de 1982, en cancha de River.
Aquel día, el Ciclón empató 1 a 1 con el Matador de Victoria en el Monumental, pero lo más importante ocurrió afuera de la cancha, en las tribunas. El estadio se llenó como sólo había ocurrido en la final del Mundial de 1978, entre Argentina y Holanda. La única (y gran) diferencia fue que en lugar de predominar el celeste y blanco, la cancha de River se tiñó por completo de azul y rojo.
Sí, porque hasta el grupito de hinchas de Tigre colaboró con los colores. Ese día se vendieron 70.948 entradas (46.059 populares y 24.889 plateas) pero si se suman a los colados de siempre, hay que decir que hubo algo más de 75.000 personas en el Monumental. Sólo hay dos partidos en Argentina en que se vendieron más tickets: el mencionado del ’78 y la final de la Copa Libertadores de 1986 entre River y América de Cali.
Las estadísticas revelan que el partido con mayor cantidad de entradas vendidas en Primera División fue un Independiente-Boca jugado el 15 de agosto de 1954 (ganó el Rojo 3-1) en el que se expendieron 62 mil boletos, casi nueve mil menos que aquella inolvidable tarde en que el Monumental se vistió de azulgrana. De estos datos se desprende claramente que el partido con mayor venta de entradas en la historia del fútbol argentino fue aquel San Lorenzo-Tigre, por la sexta fecha del torneo de Primera B de 1982. Y también se explica por qué el Ciclón no necesita de ninguna copa para ser uno de los clubes más grandes del país.
La ficha del partido
Tigre (1): Sergio Rubén García; Abelardo Cheves, Ricardo Fertolani, Dardo Norberto Urchevick y Aníbal Daniel Bustos; Héctor Arregui, Rubén Giachello y Antonio Labonia; Pablo Sierra, Walter Fiori y Hugo Alberto Ruiz. DT: Pedro Enrique Mansilla
San Lorenzo (1): Oscar Quiroga; Pablo Comelles, Hugo Verdecchia, Hugo A. Moreno y Héctor Osvaldo López; Alberto Quinteros, Oscar Ros y Jorge Rinaldi; Héctor Raúl López, Hugo Paulino Sánchez y Eugenio Morel Bogado. DT: Juan Carlos Lorenzo
Goles: PT: 9m. Comelles (SL) ST: 6m. Sierra (T)
Cancha: River Plate (local Tigre)
Árbitro: Carlos Coradina
Recaudación: $ 1.834.570.000
Publico: 75.000 personas.
El recuerdo de Claudio Marasco*
Nunca me voy a olvidar de ese partido. Recuerdo que, cuando salimos a la cancha, no veíamos nada por la cantidad de papelitos. Y cuando paró la lluvia de papelitos, vimos que todo el estadio era todo azul y rojo. Observar la cancha de River así fue impresionante. Creo que solo en la final del 78 estuvo así, después nadie lo llenó como lo hizo San Lorenzo. Ese día estuve en el banco, pero no podía dejar de mirar a las tribunas. Había familias enteras, nenitos chiquitos, mamás con bebés en brazos… era algo muy impactante. Con solo 17 años me tocó ser parte de un momento histórico, tanto para el club como para el fútbol argentino, porque nunca había pasado lo que pasó con San Lorenzo en 1982. En cierta manera, me tocó ser protagonista de ese fenómeno increíble. Y eso me llena de orgullo.
*Integro el plantel que consiguió el ascenso en 1982. Jugó 14 partidos.
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