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lunes, 7 de octubre de 2013

Romeo: “El balance es muy positivo”

En pocos días Bernardo Romeo cumplirá su primer año de trabajo como manager del club. Si bien es una función en la que se está armando, siente que va por el buen camino.
Además, lo respaldan los resultados. ¡Seguí así, ídolo!

Después de decidir colgar los botines recibió el llamado del presidente Matías Lammens, quien le ofreció el cargo de manager. Y él no lo dudó. Si bien tenía pensado tomarse un descanso, la situación que apremiaba a San Lorenzo, que venía de salvarse del descenso en una Promoción, fue más fuerte. Por eso, dio el sí. Desde ese momento, se convirtió en “un obsesivo del trabajo”. Al menos, así lo definió Lammens en una entrevista realizada con La Revista del Ciclón en la edición anterior. Ahora va a cumplir un año en el puesto y se siente conforme con lo hecho, aunque, admite, “hay que seguir trabajando”. Una linda charla con uno de los últimos ídolos del club.

¿Qué balance haces de tu trabajo?
El 12 de octubre va a ser un año que estamos con Juan (Pizzi), trabajando juntos en este proyecto. El balance es muy positivo. Salimos de la zona de descenso y vamos a jugar una final (Copa Argentina), algo que hace mucho no ocurría. Además, creo que incorporamos muy bien, con futbolistas con proyección en lo futbolístico y en lo económico.

¿Cuál fue la primera decisión que tuviste que tomar?
Soy de los tipos que más quiere a San Lorenzo y por mis anteriores pasos por el club, sabía que lo primero que había que hacer era ordenar. A partir de eso, uno podía empezar a planificar y a diagramar. Y así fue. Trajimos un técnico nuevo y el equipo respondió muy bien. Luego, empezaron las incorporaciones, el primero en llegar fue Cetto. Hoy, San Lorenzo es una gran familia que de a poquito se va acomodando.

El rol del manager no está muy claro en el fútbol argentino, ¿cuál es tu función específicamente?
Tuve la suerte de tener managers en todos los clubes europeos en los que estuve. Acá no hay muchos. Creo que el dirigente, en general, toma decisiones pero no entiende tanto de fútbol. Uno ha estado más de 20 años en esto y tiene la experiencia como para poder manejar algunas situaciones. Tenés que ser el nexo  entre dirigentes y jugadores, pero también encargarte de otras cosas como contratos, premios, juveniles… También tenés que estar atento durante toda la temporada, analizando lo que le falta al club para incorporar en la siguiente.

¿Cómo es tu relación con Pizzi?
Como te decía soy el nexo entre él y los dirigentes. Es un tipo abierto, hablamos mucho de fútbol. Está claro que el equipo lo arma y desarma él, pero convenimos las incorporaciones y los puestos que hay que cubrir.

¿Te involucrás en el fútbol juvenil?
Cuando hablaron conmigo ya estaban designados Osvaldo Coloccini y Fernando Kuyumchoglu, con quien tengo una gran comunicación. En su momento, con Juan fuimos a mirar a los chicos que hoy, muchos, juegan en Primera. Ahora hay que seguir ese camino, para que cuando se venda
alguno, tenga reemplazante.

¿Como es un día de trabajo de Romeo?
El plantel suele arrancar los entrenamientos a las 10. Trato de estar antes para poder hablar con los médicos  y ver cómo están los jugadores y hablar con el técnico para diagramar el trabajo. También me gusta ver los entrenamientos. El teléfono no para de sonar. Son los representantes, pidiendo renovaciones de contratos, mejoras…  

Eso genera desgaste…
Te soy muy sincero, sí. En este año envejecí bastante y engorde unos kilos. Es otra función. Cuando jugaba, venía, entrenaba dos horas y me iba. Ahora, inclusive muchas veces seguís enchufado en tu casa. A Matías le pasa lo mismo, nunca vi un presidente trabajar tanto por San Lorenzo.

¿Va a llegar un delantero de área?
Nos desestabilizó un poco la lesión de Cauteruccio, pero es difícil contratar porque a esta altura del año nadie quiera largar un jugador. Los que pueden venir no están a la altura y los grandes nombres son imposibles por lo económico.

¿Pizzi mete presión en ese tema?
Por supuesto que quiere tener un delantero de esas características porque no hay recambio. Para colmo, también se lesionó Contreras, que tiene mucha proyección. Pero está tranquilo.

¿Te sorprende la actualidad del equipo?
La idea, desde que empezamos, fue la de pelear arriba. Se compraron jugadores y se trató de armar un equipo competitivo. En el campeonato tuvimos un bajón, sobre todo  en algunos partidos de local pero por suerte ahora el equipo se pudo reivindicar. Estamos lejos de la zona del descenso, en una final de Copa y cerca de la punta del campeonato. Falta un montón pero estamos bien. Se esta buscando la identidad que el club había perdido.

Imaginás un San Lorenzo campeón…
Cuando armás el equipo lo hacés con esa esperanza. Pero lo realidad es que falta mucho. La Copa Argentina te lleva a la Libertadores. Es un campeonato joven pero lindo. Ojalá se nos de. En el torneo local hay que estar tranquilos. Si no se da ahora, puede ser el año que viene. La ilusión, por supuesto la tenemos.   

La vuelta a Boedo
Siempre estoy en conversaciones con los integrantes de la Subcomisión del Hincha, que son quienes llevaron esto adelante, junto con los dirigentes actuales. Es una ilusión muy grande la que tenemos. He comprados mis metros para ayudar. También participé de las marchas que se hicieron. Ahora que me toca ir seguido a la sede de Avenida La Plata, cuando miró el supermercado me pongo a pensar lo fantástico que será tener el estadio ahí.



El gol número 100
Me quedé en la puertita, con 99. En su momento me ofrecieron un contrato hasta llegar al 100, pero no quise forzar nada. El cariño de la gente ya lo tenía ganado y es algo que no se borra más. En ese momento estaba sin jugar y consideré que la etapa como jugador ya estaba cumplida. Quedará pendiente hasta el partido homenaje. Lammens me ofreció el estadio para cuando lo haga. Quizás se de en diciembre, aunque todavía no hay nada armado. 

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