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martes, 17 de noviembre de 2009

Martín Saric: “Yo sé que puedo jugar en San Lorenzo”

Martín y Mirko


Por Jorge Fuentes
Luego de dar vueltas por el mundo durante nueve años, Martín Saric volvió a la Argentina y, una de las primeras cosas que hizo, fue regresar al Nuevo Gasómetro a ver a su amado San Lorenzo. En esta nota con la La Revista del Ciclón, habló de todo. De su carrera, de su sueño de jugar con la azulgrana y también de cómo convive con el recuerdo permanente de su hermano Mirko.

El Nuevo Gasómetro vendría a ser algo así como el living de su casa. O mejor, el jardín del fondo, con canchita incluida. Martín Saric camina por el Pedro Bidegain y le pasa lo que ocurría a Luca Prodan en el Abasto (“Yo paso y me saludan”). Un viejo delegado de inferiores, algún ex compañero, algún amigo de la familia… el hecho es que Martín no puede dar más de tres pasos seguidos por los pasillos de la Platea Norte que ya hay alguien abrazándolo y saludándolo. “Sabés lo que pasa, yo vengo a San Lorenzo desde que tengo cuatro años, cuando hacíamos natación con Mirko. Después empecé a jugar en preinfantiles y así hasta llegar a Reserva. Por eso tengo tanta gente conocida”, le cuenta a La Revista del Ciclón.

Por cómo te saludan, se nota que hace mucho que no te ven.
Sí, volví hace 15 días y hacía tiempo que no volvía por el club
Hay muchos que te conocen, pero también hay otros que te perdieron el rastro. Hagamos un repaso de tu carrera.
Estuve jugando mucho tiempo en el exterior. Después de jugar en Chicago, en 2001 me fui para Paraguay y después anduve por Croacia, Eslovenia, Isarel, Rumania y otra vez en Eslovenia, donde estuve hasta hace poco ya que rescindí el contrato con el Celje, el equipo donde estaba jugando, porque me querían bajar el contrato.
¿Y ahora?
Y ahora acá ando, con ganas de quedarme en el país.
En estos nueve años jugando afuera debés haber coleccionado un montón de historias y anécdotas, ¿no?
Uff… Un montón. Qué se yó, en Rumania jugué con diez grados bajo cero y en Israel con más de cuarenta grados. Pero una de las cosas que más me marcaron fue cuando me enteré que en Rumania se vendían los partidos.
¿Cómo? ¿Y te tocó ser testigo de algo así?
Sí. Jugando para el Iasi, hicimos un gol y supuestamente teníamos que perder. Obviamente yo no estaba ni enterado. Después me dí cuenta porque el día anterior un compañero me había dicho ‘mañana no ganamos’, y yo le decía ‘¿Cómo no vamos a ganar?’. Después supe que el técnico también lo sabía.
¿El técnico también estaba entongado?
Sí, él y un par de jugadores. Cuando me dí cuenta de quién estaba yendo para atrás lo fui a buscar, lo agarré del cuello y le dije que si se mandaba alguna cagada, lo mataba. Al final ganamos 3 a 0. Pero de eso no me olvido más. También tengo buenos recuerdos de mi paso por Israel. El lugar era muy lindo y, además, conocí a los cuervos de la peña de allá. Nos juntábamos a ver los partidos de San Lorenzo y cuando yo jugaba, me venían a ver y ponían banderas del Ciclón, ja. Unos fenómenos.
¿Y en Croacia cómo te fue? Porque ahí no solo jugaste al fútbol, sino que uno se imagina que te reencontraste con tus raíces.
Es verdad. Me reencontré con la prima de mi viejo, conocí la casa de mi bisabuela, que estaba como antes… La verdad es que fue muy emocionante. Yo quería estar en el lugar de dónde vengo y por suerte lo pude hacer.
Al principio recordabas los momentos de tu infancia que viviste con tu hermano en San Lorenzo. A más de nueve años de lo que pasó, ¿te hace mal hablar de Mirko?
No, para nada. Quizás al principio me costaba más porque era muy chico y era como que no aceptaba lo que había pasado. Por eso me fui de Argentina. Cuando jugaba en Chicago, las hinchadas rivales me gritaban cosas muy feas por lo de mi hermano…Yo estaba muy mal y me terminé escapando. Ahora siento que estoy más maduro y que puedo ver las cosas de otra manera. Yo siempre voy a recordarlo de la mejor manera porque él, además de mi hermano, era mi amigo. No es fácil, pero uno tiene que aprender a vivir con eso. Hoy en día uno lo sigue sin entender. Cada uno puede pensar lo que quiera, pero yo prefiero recordar los buenos momentos que viví con él.

Que estés más maduro, como decís, significa que no necesitás volver a escaparte.
Claro. No sé que va a pasar con mi futuro. Tengo muchas puertas abiertas en el exterior, pero me encantaría jugar acá en Argentina. Tengo una hija de seis años, que me gustaría que estudie acá. Además es actriz, ja. Actuó en la película “Cuestión de Principios”, en la que trabaja Pablo Echarri.

Mira vós.
Ja. Pero además, me gustaría tener la chance de jugar en el país.

¿En qué equipo?
Y… si me das a elegir obvio que te voy a decir San Lorenzo. Yo sé que la mayoría ni sabe cómo juego, pero yo sé que puedo jugar en San Lorenzo. No lo digo porque soy hincha, sino porque realmente creo que estoy capacitado. Sé lo que puedo dar. Soy conciente de que no es fácil. Ojalá tenga la chance de jugar en algún equipo para que San Lorenzo se fije en mí y me llame. Eso sería espectacular.

La Ficha de Martín

Nombre: Saric, Martín
Fecha de nacimiento: 18/08/1979
Lugar de nacimiento: Capital Federal
Trayectoria: San Lorenzo (infantiles e inferiores), Nueva Chicago (2001), Sportivo Luqueño -Paraguay- (2001), NK Zagreb -Croacia- (2002), NK Rijeka -Croacia- (2002/2004), FC Ljubljana -Eslovenia- (2004/2005), Hapoel Beer Sheba -Israel- (2005), Politehnica Iasi -Rumania- (2006/2007), FC Otelul Galati -Rumania- (2007/2008) y NK Celje -Eslovenia- (2008/2009).

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