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domingo, 15 de noviembre de 2009

Soriano, literatura y San Lorenzo

Hay quienes todavía consideran que la literatura y el fútbol van indefectiblemente por caminos opuestos. Sin embargo, genios como el Negro Fontanarrosa demostraron todo lo contrario. Los cuervos, por suerte tuvimos a un sabio de la pluma que nos dejó un gran legado a los futboleros. Recordamos a Osvaldo Soriano, un cuervo que enaltece a la familia sanlorencista.

Por Gastón García

“No se si alguna vez les tocó seguir un partido por teléfono a once mil kilómetros de distancia. Mejor dicho: dos partidos al mismo tiempo. A mí sí, esta es la segunda vez. Solo en la medianoche de París, encerrado en cuarenta metros cuadrados, igual que hace catorce años cuando era joven y San Lorenzo se fue al descenso. ¿Cómo festejo el título ahora? ¿Con quién lo comparto? ¿Qué hago?, ¿cuelgo las doscientas páginas de la novela y me voy a terminar la noche a Pigalle?".

Revisando el baúl de recuerdos sanlorencistas, ese que todo cuervo tiene en su casa, entre tantas revistas, diarios, fotos y chulerías vinculadas obviamente al Ciclón, me sorprendió ver un ejemplar del periódico Pagina/12, cuyo titular principal en la portada señala: “Las cosas del poder”, acompañado de una fotografía en la cual se ve a Domingo Cavallo y Eduardo Bauzá (¡mamita…!). “¿Qué hace este diario acá?”, se me cruzó de inmediato por la cabeza, ya considerando que su destino sería el asadito que (este mediodía) nos comeríamos junto a unos cuantos amigos/cuervos, en los quinchos de la Ciudad Deportiva, previo al partido contra Independiente.

Pero si estaba ahí, en ese lugar en el cual uno guarda todo lo tenga que ver con San Lorenzo (¡hasta un dungui dungui cuervo/bostero, encontré!), algo importante debía contener. Y justamente, ese algo importante, estaba en la contratapa, y era una nota titulada “Festejos”. La fecha del ejemplar nos remonta al “martes 27 de junio de 1995”. Claro, ahí empecé a comprender que todo conducía al título conseguido por el Ciclón, hace más de 14 años, en aquella inolvidable noche rosarina. La nota se inicia con una leyenda que dice “in memorian Miguel Briante, hincha del Ciclón”, y quien la firma es nada más ni nada menos que el mágico literato cuervo/argentino, Osvaldo Soriano.

El párrafo que inicia esta nota de La Revista del Ciclón son las primeras líneas que escribió el Gordo Soriano, desde París y para compartir con todos los lectores de Página/12, en la cual narra su experiencia de cómo fue vivir el triunfo/campeonato que consiguió su San Lorenzo el 25 de junio de 1995. El relato que hace Soriano es realmente maravilloso. Sintetiza a la perfección la pasión del hincha de San Lorenzo, y lo que pudo sentir un cuervo, estando tan lejos de Boedo (como él, en esos momentos en París), al deleitarse porque su equipo volvía a salir campeón luego de 21 años de frustraciones.

En otro párrafo de esa nota publicada catorce años atrás, Soriano continúa: "A las once de la noche en Francia la angustia ya me tenía afiebrado, y ahora, tres horas más tarde, todavía no se me pasó. Sabrán perdonar los lectores la parcialidad y las tonterías que pueda decir. Estuve hasta recién festejando a gritos, despertando vecinos, tirándome de cabeza en el colchón. ¡Vamos San Lorenzo, carajo!”.

Para aquellos que aun sostienen que la literatura no puede asociársela con el fútbol, genios como el Negro Fontanarrosa, Eduardo Sacheri, o el propio Osvaldo Soriano, demuestran que las palabras pueden relacionarse con la pelotita perfectamente. Por suerte, gracias al Gordo Soriano, los cuervos tenemos la placentera posibilidad de que San Lorenzo, literatura y fútbol sean un combo delicioso de disfrutar.

En esta revista, generalmente solemos recordar los lindos momentos de la vida del Ciclón, cuando las fechas indican que se cumple un aniversario determinado. Sin embargo, en esta oportunidad el almanaque no nos coincide ni con los días que recuerdan a Osvaldo Soriano, ni tampoco con aquel campeonato logrado por el Ciclón en 1995. Esta distinción a este fenómeno de la pluma argenta surgió por la pura casualidad de reencontrarnos, en el cajón de los recuerdos cuervos, con una nota que Soriano alguna vez escribió para que millones de argentinos sepan lo que es ser hincha del Ciclón.

Y esa nota el Gordo la concluye así: “Ahora son las tres de la mañana del lunes en París. Voy a llamar para alquilar una pilcha de moda y un Rolls Royce Silver Shadow, como Carlitos Gardel, ya mismo salgo a incendiar la noche. Que me encuentren borracho en un puente del Sena o en brazos de Margarita Gauthier. ¡Abran cancha, llega un campeón!".

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