Si vos sos cuervo, tenés que estar

El angustiante momento que atraviesa San Lorenzo exige que los hinchas del Ciclón acompañen al equipo más que nunca. Sin olvidarse de quienes llevaron al club a esta crítica situación, la gente debe ayudar como lo hizo siempre: alentando sin parar. El Pueblo Azulgrana, otra vez, tendrá que ponerse al hombro a la institución.

por Jorge Fuentes. Edición impresa 231

Volver a enumerar las cosas que se hicieron mal en los últimos años ya no solo es reiterativo, si no que no ayuda en nada a salir de este pozo profundo y oscuro en el que estamos los cuervos. Cuesta ser optimista en estos tiempos de tanta pobreza, pero no nos queda otra que darle para adelante y tratar de ayudar desde nuestro lugar, en la popu o en la platea, con el pecho caliente, la garganta a punto de romperse y el escudo del CASLA bien pegado al corazón. Sabemos de qué se trata. Eso es algo que hemos hecho durante todas nuestras vidas como hinchas del Ciclón. Es cierto que ninguno de los malos momentos que padecimos en los últimos treinta años se asemeja al que estamos padeciendo en la actualidad. Lo de ahora es crítico de verdad. El 1.267 de promedio no es una casualidad. La Promoción es una realidad tangible. Y el descenso a la B Nacional es una posibilidad concreta que no debemos desconocer, como lo hizo River en la temporada pasada.

¿Y adentro de la cancha?

Muchas veces nos quedamos afónicos gritando que “los partidos se ganan dentro de la cancha y acá, en los tablones”. Sin embargo, aun destacando que el aliento de la gente puede ser fundamental para empujar a un equipo contra su propio arco, hay que admitir que los partidos, en verdad, se definen por lo que ocurre en el verde césped. Y allí San Lorenzo tiene bastantes problemas. Hay jugadores irresponsables, por decirlo de una manera amable, que se hacen expulsar a los treinta minutos del primer tiempo y condenan al equipo a jugar en desventaja.

Hay otros que, directamente, están muy lejos del nivel que se exige para jugar profesionalmente. También hay lesionados, goles en contra, tiros en los palos que podrían haber cambiado alguna historia… En fin, por momentos parece que todos los planetas se alinearan solamente para que las cosas nos salgan mal. Claro que pensar que este presente de San Lorenzo es por culpa de la mala suerte sería cometer un error gravísimo. Ya conocemos los por qué de esta triste realidad. Pero si a los errores/horrores propios le agregamos que los elefantes se empeñan en orinarnos desde todos los wines, el cóctel se transforma en algo prácticamente indigerible. ¿Hay motivos para soñar con una recuperación milagrosa? La primera media hora ante All Boys fue una señal de que San Lorenzo puede jugar más o menos bien al fútbol. Y la actitud mostrada en el segundo tiempo, pese al resultado adverso y la desventaja numérica, invita a pensar a que hay jugadores que tienen el fuego sagrado que se necesita para salir de este tipo de situaciones. Por ahora, son solo presunciones. O quizás solo sea una expresión de deseos más que una realidad factible, pero esas imágenes nos ayudan a creer que otra realidad puede ser posible.

Desde hoy y hasta el desenlace de esta historia, allá por junio de 2012, nos quedan 24 finales. Y la de hoy es una de las más importantes por enfrentar a Unión, un rival directo por la permanencia en Primera (sí, hay que escribirlo y leerlo las veces que sea necesario para entender la gravedad de la escenario en el que estamos). Ya perdimos contra Colón, Belgrano, Rafaela, Arsenal y All Boys. Y apenas empatamos contra Racing y Olimpo, todos equipos que tiene el mismo objetivo que nosotros. La historia tiene que empezar a cambiar a partir de esta tarde. Aunque cueste ser optimista, no nos queda otra.

San Lorenzo necesita que estemos. Y acá estamos, en la popu o en la platea, con el pecho caliente, la garganta a punto de romperse y el escudo del CASLA bien pegado al corazón.