Páginas

martes, 9 de agosto de 2011

La dignidad no se mancha

(Edición impresa 228)

Pese a que el Ciclón arranca con un promedio que mete miedo, la gente de San Lorenzo se opuso con firmeza al ridículo torneo que intentaron pergeñar entre el Gobierno y la AFA. Un poco de decencia entre tanta inmoralidad.

por Jorge Fuentes

En cada inicio de torneo, los artículos publicados en estas páginas 6 y 7 suelen ser más o menos parecidos. Análisis sobre los refuerzos que llegaron, una proyección sobre lo que puede llegar a pasar, el deseo de que San Lorenzo recupere el protagonismo perdido y la inmortal promesa hecha canción (“esta campaña volveremo’ a estar contigo”) son puntos que, inevitablemente, aparecen cuando la ilusión está en estado embrionario. Pero en esta oportunidad, lo recurrente le tiene que dejar lugar a lo grotesco. Porque así merece calificarse al proyecto de campeonato que la AFA, con el inestimable espaldarazo del Gobierno, quiso implementar a partir de 2012. La fusión entre la Primera A y la B Nacional, promocionada como una federalización sin precedentes, no era otra cosa que un enorme salvavidas para los equipos grandes (especialmente a River, que se fue a la B, y, de paso, a San Lorenzo, Boca y Racing, que podrían irse al finalizar esta temporada), un inmerecido castigo para las instituciones que están haciendo bien las cosas y un negocio millonario por el cual muchos clubes iban a tener más dinero para malgastar. De todo este cambalache, sin embargo, surgió algo positivo: la dignidad de la mayoría de los hinchas, en general, y de los del Ciclón, en particular, para quienes está hecha esta revista, quienes no dudaron en darle la espalda a esta insólita idea.

Nos fuimos al descenso, nos vendieron la cancha…
Si hay algo de lo que se puede jactar la hinchada de San Lorenzo es de haberse bancado situaciones horribles sin el escudo protector de ningún órgano de poder. Nadie ayudó cuando nos fuimos a la B. Nadie ayudó para volver. Nadie ayudó cuando nos obligaron a desprendernos del Gasómetro. Nadie ayudó a construir el Pedro Bidegain. Nadie ayudó a evitar el gerenciamiento del club. Y así podríamos seguir enumerando ejemplos. En fin… San Lorenzo, a diferencia de varias otras instituciones, nunca contó con auxilio oficial. Y eso es algo que nos hace sentir orgullosos y diferentes a los demás. Por eso, a los cuervos no les gustó nada este indefendible proyecto que eliminaba los descensos en la A y que quería que 16 equipos de la B Nacional, uno de la B Metropolitana y uno del Argentino A ascendieran a Primera para que se arme el campeonato con más participantes del planeta. La negativa cobra más valor cuando se observa la incómoda situación en la que se encuentra San Lorenzo, con un promedio peligroso y con un equipo al que le falta mucho y no le sobra nada. A decirlo sin vueltas: el Ciclón arranca el torneo con chances ciertas de perder la categoría. Ese absurdo torneo hubiera despejado cualquier tipo de riesgo. Sin embargo, el hincha de San Lorenzo, a través de encuestas en páginas partidarias, de comentarios en foros de Internet y de mensajes en programas radiales se manifestó mayoritariamente en contra de esta modificación. Porque quiere seguir caminando con el pecho inflado, con dignidad, aunque el horizonte presente un panorama oscuro. Nobleza obliga: lo mismo hicieron la mayoría de los hinchas de otros equipos. Y esa masiva resistencia terminó surtiendo efecto porque a Julio Grondona no le quedó otra que dar marcha atrás con ese desatinado proyecto.
Para otro momento quedará, entonces, el debate que se merece el fútbol argentino en cuanto a la organización de los torneos. Seguro que hay que hacer modificaciones. Volver a los torneos largos y eliminar los promedios, como ocurre en casi todos los torneos del planeta, sería lo más sensato y lo que más consenso generaría. Pero ahora es el momento de celebrar del poder que pudo ejercer el hincha. Más allá de las conveniencias, la gente mostró un grado de dignidad que el fútbol necesitaba.

Ahora sí, cuervos. A lo nuestro. A gritar bien fuerte que “te alentaremos, de corazón…”. Sabiendo que se nos viene una temporada de bastante sufrimiento. Pero con la tranquilidad que genera saber que, pase lo que pase, la dignidad de la Gloriosa se mantendrá inalterable. Como siempre.

No hay comentarios: