Páginas

martes, 31 de mayo de 2011

La columna del Hermano Cuervo

El hombre que vuela

por Eduardo Bejuk

Va con la 10, como quien lleva impresa la insignia de un superhéroe. Y vuela. Cuando arranca, gambetea, amaga, acaricia la pelota con el botín diestro, amaga y vuelve a gambetear, parece que volara en la imaginación de todos. Ahora le cuesta, porque los años pasan. Y pesan.

Pero no importa. Cada tanto, cuando uno está atento y sin parpadear, todavía puede verlo volar. Es que de aquél a éste, de la picardía a la madurez, de los tatuajes rebeldes a las cicatrices de la vida, del incontenible pibe que jugueteaba en el 2001 al hombre que se carga la mochila de la dignidad en el 2011, muchas aguas corrieron sobre el río turbulento.

Una década. Una vida. Pero siempre me parece el mismo, quizás por el gesto, quizás porque el fútbol se empeña en posarse sobre los mismos tipos, como si supiera donde anida el perfume de cada flor. Por eso me parece el mismo. El que se burló de tantos defensores incautos; el del gol en Medellín en aquella Copa Sudamericana que empezó a marcar la despedida.

Lloramos tus lesiones. Despotricamos en tu ausencia. Se nos rompió el corazón cada vez que te nesgaste a volver a casa. Y malpensamos que ya no volarías, que la rodilla te condenaba sin piedad, que las tardes empezaban a nublarse porque el Pipi Romagnoli ya no saldría a jugar a la pelota.

Pero no. Mientras el corazón golpee fuerte cerca del escudo, mientras la gente aplauda su coraje en medio de tanta mediocridad, el superhéroe con cara de nene seguirá haciendo de las suyas. Le dolerá la rodilla. Se agarrará rabietas. Lo molerán a patadas. Se quedará sin fuerzas. Pero no parpadees: porque el Pipi, con la 10 debajo de la capa, digno de la camiseta que lleva, volará cuando menos te lo imagines, hipnotizando la pelota para hacerte sonreír.

1 comentario:

Alexandra Vega-Rivera dijo...

ay por dios, ése gol en Medellín....

impecable! sólo aplausos, respetos y gracias lo que te corresponde, pipi.