Tojo: “Si me hubieran contratado para dirigir la Primera, me volvía loco de alegría…”

“… pero queremos continuar con nuestro trabajo con los chicos”. Miguel Ángel Tojo siempre estuvo convencido de que su lugar en San Lorenzo es en las Inferiores, el cargo para el que fue contratado. Así se lo hizo saber a La Revista del Ciclón en una charla exclusiva el Lunes pasado. Entre otras cosas, tiró: “Los jugadores llegan con problemas físicos y mentales y no están maduros para meterse en la competencia asesina del fútbol argentino”.

*La entrevista fue realizada y escrita antes del anuncio de la llegada del Turco Asad como nuevo DT, para ser publicada en la edición impresa 225.

por Gastón García

Termina la práctica de fútbol y los jugadores se van uno a uno hacia las duchas. Cuando ya no queda casi nadie y la cancha auxiliar se convierte en un campo desierto se lo puede ver a Miguel Ángel Tojo sentado a un costado, carpeta en mano, hablando con alguien del cuerpo técnico. La charla se extiende unos cuarenta minutos. Luego, M.A.T. nos invita a subir a la concentración (ahora la pensión) para hacer la pactada entrevista. En el camino, por las escaleras debajo de la popular que ocupa La Gloriosa, nos recrimina con tono sonriente: “No pude hacer mi trote diario”. Se sienta en uno de los sillones, nos invita a hacer lo mismo y arranca esta jugosa y exclusiva charla con La Revista del Ciclón.

¿Con argentinos se termina su participación en Primera o se extiende algún partido más?
Nosotros tenemos claro que corresponde darle una mano a la Comisión Directiva y al club hasta que consigan un técnico pero no nos podemos quedar permanentemente acá porque estamos dejando a los pibes en el aire. Ahora tuvimos que parar un montón de cosas. Mirá, tenemos programados varios viajes para ver a chicos del Interior y los tuvimos que postergar. La gente nos llama y nosotros los estamos pateando para más adelante. ¿Sabes lo qué pasa? Después llega otro a ese lugar y te come al jugador. Hay mucha gente arriba de los pibes y no te podés dormir. Sé que esto es importante para el club pero nosotros tenemos que continuar nuestro trabajo.

Está muy firme en esa decisión…
No soy sólo yo, todo el grupo está convencido de que vinimos a hacer un trabajo determinado y no lo queremos abandonar. Hemos organizado bastante bien a los chicos, han mejorado su comportamiento y su educación. La directora de la escuela nos dice que es hermoso como se están comportando. Y eso es lo que nos motiva de las Inferiores pero aun es muy poco el tiempo que hemos trabajado con ellos.

¿Cuánto tiempo implica un trabajo con los juveniles para empezar a ver resultados?
No le podés dar menos de cinco años. ¿Por qué? Porque uno tiene que empezar a procesar a los jugadores. Los de 4° y 5° ya están trabajados entonces tenés que rastrear pibes para que arranquen desde la 9°. Esos chicos, hasta que llegan a Primera, no pasan menos de cinco años y ese es el tiempo que se necesita para trabajarlos.

¿Existen en Argentina esos trabajos a tan largo plazo?
Sí, en algunos lugares sí y más también. Lanús lo hizo, Boca también con Jorge Griffa. Hubo muchos procesos que han perdurado y les han dado tiempo y también han invertido mucho dinero.

¿Cree que en San Lorenzo se apunta a eso?
Es que el proceso de trabajo debe ser así. Si lo cortás, en dos años viene un técnico nuevo y todo empieza de cero y nunca se concreta un proyecto que, en definitiva, necesita de ese tiempo porque los chicos van madurando con el trabajo y la competencia.

¿Los juveniles llegan poco preparados a Primera?
Claro. Los jugadores llegan con problemas físicos y mentales y no están maduros para meterse en la competencia asesina del fútbol argentino. Porque la competencia argentina no perdona al chico, no perdona al grande, no perdona a nadie. Es el resultado, el resultado y nada más que el resultado. Entonces, vos tenés que tener un proceso con esos chicos, una maduración en el trabajo, que vayan conviviendo con el plantel profesional, los vas haciendo competir en Tercera y así el proceso va madurando y no los golpeás ni los mandás de repente de la 6° a la Primera.

¿Con qué material se encontró en el Club?
Faltan jugadores pero a medida que uno va conociendo las categorías, que las vamos trabajando, también podemos notar que hay buen material y que San Lorenzo en cualquier momento podrá tener un trasplante importante. Hay pibes con buenas condiciones. Pero acá hay un tema que hay que saber entender: para jugar en los equipos grandes se necesita de un plus más importante que EN otros, como para jugar en la Selección debe ser aun mayor. Entonces, para jugar en la Primera de San Lorenzo necesitan ser muy buenos jugadores y la búsqueda es más complicada. .

Se dice que los chicos no entrenan como antes o no se perfeccionan como en otras épocas. ¿Tienen su cuota de culpa los entrenadores?
Seguro. Todo pasa por los mayores. Esto es como criar un hijo, cuando uno quizás por falta de tiempo le empieza a dar libertades para que haga y deshaga, lo está formando mal. Y en los clubes pasa lo mismo. Si uno no le presta atención a la disciplina, al orden, a las expulsiones... Por ejemplo, si un árbitro echa a un pibe porque le protestó y le da dos fechas, desde adentro le tenés que dar cuatro más para que vea que no necesita que AFA lo sancione. ¡Yo los sanciono! La conducta, el orden y la disciplina son cuestiones que debe manejar el entrenador. No hay problemas para enseñarle a los chicos.

¿Se puede lograr?
Claro. Te doy un ejemplo. Hace un tiempo empezamos a hacer que algunos chicos de quinta, que estudian de noche, algunos días vengan a entrenar además de a la mañana a la tarde. Después de eso, los mismos compañeros venían y me pedían hacer lo mismo, el doble turno, porque al ver que a los otros les hace bien, ellos quieren estar igual. Pero es uno quien le tiene que inculcar las ideas. A los jugadores hay que armarlos. Si les des trabajo, trabajo y trabajo, te van a aparecer los Batistuta, los Simeone…

¿El entrenador de Inferiores tiene que tener diálogo con el de la Primera?
Es muy importante. Ellos tienen que estar en contacto permanente porque en definitiva te pueden pedir un jugador, uno le puede aconsejar a alguno, ellos pueden bajar a otro para que juegue en Tercera, entonces el contacto debe ser permanente.

Usted dijo que nunca tuvo una charla con Ramón…
Es que nunca hablamos con él. El que a veces venía y pedía jugadores era Escudero pero con Ramón nunca hablamos.

¿Le hubiese gustado más diálogo?
Sí, claro. Tiene que existir. Para volcar los jugadores nosotros necesitamos que abran la puerta. Si vos no abrís la puerta yo no puedo entrar. El que debe hacer eso es el técnico de la Primera, él es el que sabe lo que necesita.

Se habló mucho y se sigue hablando de la llegada del próximo DT. Es más, entre los dirigentes no se ponen de acuerdo y se dijo que alguien manifestó que “si Tojo no quiere seguir hay que echarlo”. ¿Qué piensa de eso?
La verdad no lo escuché. Pero nosotros somos empelados y si un dirigente dice que te tenés que ir, no te queda otra.

Pero le parecería injusto que pase algo así…
No, no, no... Si hay una decisión de Comisión Directiva que resuelve que nos tenemos que ir, obviamente lo vamos a sentir porque estamos contentos trabajando todos los días con los chicos, pero somos empleados y no podemos objetarnos a una determinación de ese tipo. No podemos hacer nada ante eso.

¿Le pidieron alguna opinión sobre el próximo entrenador?
Hubo alguna charla pero lo cierto es que hay gente que está encargada de ese tema y de asesorar a los dirigentes. Nuestro trabajo no pasa por ahí. Sí, nos han pedido una opinión sobre algunos muchachos, si los conocíamos y qué clase de persona eran pero nada más.

Y si tuviera que elegir usted, ¿quién le gusta?
Es que no es algo que tenga que decir yo. Si fuera por algo personal, sin dudas te digo a Marcelo Bielsa.

Más allá de que no aceptó ahora, ¿le gustaría dirigir a San Lorenzo?
¡Qué te parece! Si a mí me hubieran contratado de entrada para dirigir la Primera me hubiera vuelto loco de alegría. Ser el DT de San Lorenzo es algo deseado. Cualquier técnico quisiera tener ese privilegio de dirigir a uno de los cinco grandes de la Argentina.

¿Queda la puerta abierta para otro momento?
Ahora no lo pienso. Nosotros llegamos para trabajar en Inferiores y sentimos que estamos haciendo bien las cosas y queremos continuar con el proceso. No podemos interrumpirlo en este momento.

Los jugadores siempre dicen que necesitan que el club defina al nuevo DT. ¿En qué les puede afectar no tenerlo?
La verdad, no sé. Ellos en definitiva siguen trabajando, tienen un cuerpo técnico que los atiende a la mañana, a la tarde y a la noche. Lo otro es un tema que debe resolver la Comisión Directiva. Pero ellos deben estar tranquilos porque están trabajando muy bien.

Es notable el respeto que le tienen los chicos…
Eso es lo lindo y lo que buscamos. Educarlos. Yo desde que estoy dando una mano con el plantel profesional nunca me fui a cambiar a los vestuarios de la Primera, lo sigo haciendo en mi lugar que es acá, con los chicos.

Se lo nota feliz haciendo este trabajo…
Cuando estábamos en AFA, Marcelo Bielsa siempre me decía “el único que disfruta el trabajo acá es usted”. (Se ríe). Me encanta este trabajo porque disfruto lo que hago, me hace feliz estar con los chicos, enseñarles y educarlos.

“Irala, después quiero hablar con usted”
La entrevista con M.A.T. se desarrolló en una de las salas de la concentración del club, que actualmente funciona como pensión de los chicos de las Divisiones Inferiores. A cada rato, los pibes que volvían de la escuela hacia sus habitaciones pasaban por la sala y todos se acercaban a su profesor y lo saludaban con un gran respeto. En un momento, pasa uno de los chicos y Tojo le dice: “Irala, después quiero hablar con usted”. “Si profe”, le contesta el muchachito (¡Alguna macanita se habrá mandado!). Al rato pasa otro con muletas y Tojo rezonga por la situación y se muerde los labios: “La p… madre, che”!. Enseguida, viene uno más grandulón y, abrazo de por medio, le dice: “Mañana les traigo a la Primera, los voy a hacer papilla” (los pibes ganaron 1 a 0). Como esos, podríamos describir muchos diálogos entre el profe y sus chicos. Así es Miguel Ángel Tojo. Una especie de padre de todas las criaturas.